El Elegido ~ Jintae

16

– Jin, yo...

–vamos Tae, ambos nos gustamos.

–eso no es suficiente, necesitamos conocernos. No debemos ir tan rápido.

Jin toma sorpresivamente el rostro de Tae con sus dos manos, acunándolo tiernamente.

–bebé, no tenemos que esperar más. Estamos hechos el uno para el otro.

Tae sentía que se derretía en las manos de Jin, al sentir su aliento y al ver su hermoso rostro tan cerca. Puso sus manos en las de Jin para tratar de quitarlas y poder recuperar su compostura. Jin aprovechó el momento y se acercó aún más haciendo que sus labios rozaran.

–Jin por favor.

Jin dio un pequeño beso en sus labios.

Tae sentía que debía actuar rápido porque su juicio se estaba yendo al carajo. Sentir sus suaves y acolchonados labios junto a su aliento cálido era deliciosamente perturbador.

Jin sentía la gloria al sentir los delicados labios de Tae entre los suyos, tan suaves y apetitosos.

Tae hizo presión con sus manos en el pecho de Jin para zafarse. Jin no quería forzarlo por lo que no opuso resistencia.

–no quiero que vayamos tan rápido.

–lo siento, me cuesta contenerme cuando me gustas tanto. Respeto tu opinión pero no le veo sentido a esperar.

–me dijiste que harías lo que fuera por mí.

–cierto. Lo hare.

–entonces, yo te pido que me esperes.

–por supuesto bebé, te esperaría todo el tiempo que quieras pero de verdad no creo que debamos esperar.

No puedo ceder, no puedo ceder. Yo también me muero por besarlo. Pero no Tae, tienes que ser fuerte. Tengo que ser fuerte. Dios, pero si me mira de esa forma, se me va a hacer muy difícil. Quisiera que volviera a atreverse y sentir sus labios de nuevo. No, no, no, no, no, no. que estoy pensando. Cálmate Tae. Tienes que ser fuerte. Puedes hacerlo. Puedes hacerlo.

Jin intento acercarse de nuevo y Tae lo esquivo. Jin se desanimó ante el rechazo y se sintió no correspondido y por primera vez sintió su pecho doler. Tae al ver el rostro triste de Jin se dolió por él arriesgándose a confesarle sus sentimientos.

–me gustas Jin. De verdad me gustas.

–pero tal vez no tanto como a mí.

–pero me gustas.

–¿entonces admites que no gustas tanto de mi como yo de ti?

–no estoy admitiendo nada. Y si lo dices porque aún no somos novios o no deje que nos besáramos eso no tiene nada que ver. Antes si quiero que esperemos, es porque quiero que lo nuestro no sea solo de momento sino algo especial.

–¿soy especial para ti bebé?

–te dije que me gustas. Y me he dado la oportunidad de conocerte porque a pesar de lo que paso veo algo especial en ti. La verdad es que nunca me había sentido tan atraído hacia alguien como tú.

–pues no lo parece bebé.

–no seas así Jin. Solo trata de entenderme. Esto es nuevo para mí y no quiero arruinarlo yendo de prisa.

–si, tienes razón. Estoy acostumbrado a llevar todo de prisa. Perdóname. Está bien precioso. La espera vale la pena.

Ven vamos, quiero mostrarte un lugar.