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Habían pasado dos semanas desde que habían empezado a vivir juntos y ambos sentían la misma tensión cada vez que cruzaban la puerta quedando solos con toda la oportunidad para hacer lo que sus cuerpos deseaban. Sin embargo, no lo hacían porque querían esperar el momento indicado. Pero ese momento parecía lejano cada vez que se dedicaban miradas, rozaban accidentalmente sus piernas o sus brazos, veían sin proponérselo el cuerpo del otro. Y aún más, cuando terminaban besándose en la sala, en el comedor, mientras veían una película, mientras jugaban, en la cocina, en el pasillo, en las gradas; pues cualquier lugar donde sus miradas conectaban no podían resistir en acercarse para besarse y sentir la esencia del otro.

Su capacidad de resistencia se agotaba día con día, ante la cercanía y familiaridad que iban desarrollando. Para Jin era más difícil, ya que el tenía experiencia sexual y podía imaginarse como podría ser su encuentro con Tae. Una de sus actividades favoritas era fantasear con el menor. Imaginaba y estudiaba como tomar su virginidad y deleitarse en ello. También anhelaba que esa primera vez fuera inolvidablemente placentera para el menor.

Además, a veces se encontraba que Tae se quedaba dormido haciendo su tarea encima del escritorio o a veces en el sofá de la sala mientras veía algo en el televisor. Por lo que varias veces lo había llevado cargado a su habitación viendo sus hermosos pucheros y gimiendo en el proceso, lo que se convertía en una tortura para su juicio. Todos sus sentidos le invitaban para que lo abordara y se deleitara en su belleza y candidez.

...

El padre de Tae estaba desconcertado, porque esperaba que Tae volviera a los pocos días; pero luego de dos semanas no había señales de él. Comenzaba a angustiarse por su bienestar, así que decidió ir a la universidad para saber de él.

Cuando lo vio caminando con un nuevo maletín junto a Jimin, su corazón se compungió y no pudo evitar caminar hacia él.

–Tae, hijo.

Tae se paralizo y tuvo temor. Volteo y se dio cuenta que su padre tenía un semblante diferente que cuando lo había echado de su casa. Su rostro era de preocupación.

–Hola hijo.

–Hola papá.

–¿Cómo estás? ¿estás bien?

–si papá lo estoy.

–mi pequeño ¿Por qué no has vuelto a casa?

–papá tú me dijiste que si cruzaba la puerta es como si hubiera muerto para ti.

–Tae yo creo que más bien los dejo solos.

–no Jimin, está bien.

–Tae, yo solo lo dije en un arranque de ira. Tú nunca dejaras de ser mi hijo. Te amo.

–¿aun si amo a un hombre?

El gesto del hombre se ensombreció sin embargo guardo silencio.

–yo creo que estas confundido.

–por supuesto que no papá.

–Tae no quiero discutir contigo, vuelve a casa pequeño.

Su padre lo miraba con amor y su corazón dolía porque quería tenerlo de vuelta.

–lo siento papá pero ahora vivo bien con mi pareja.

–Tae ¿vas a preferir a alguien que no llevas conociendo ni un año a tus padres que te dieron la vida y te conocen de toda la vida? Pequeño nosotros te amamos, sabes que te hemos dado lo mejor siempre. ¿no me digas que has olvidado lo mucho que te hemos amado?

–no papá ¿Cómo podría?

–entonces ven conmigo a casa ¿si? Tae una familia no debe estar separada. ¿Cómo una relación puede ser buena si te aleja de tus padres que te aman?

El Elegido ~ JintaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora