El Elegido ~ Jintae

20

Jin saboreaba dulce y tiernamente los labios de Tae, quien se derretía ante el roce cálido y suave entre sus labios. A veces Tae se separaba porque se avergonzaba de hacer algo tan íntimo en un lugar donde pudieran ser vistos.

–nadie vendrá bebé. Tranquilo.

Jin seguía besando sus labios mientras Tae seguía vigilando que nadie viniera. Luego fue a su cuello absorbiendo con deleite su olor chupando y dando besos tiernos en toda la zona. Subió hasta su oreja y mordió el lóbulo de esta arrancando un pequeño gemido. Jin siguió chupando y mordisqueando levemente el lóbulo por unos minutos y luego volvió a su boca chupando con más hambre y con la necesidad de pasar de los besos dulces a un beso más profundo.

Jin intento abrirse paso para introducir su lengua pero para Tae esto era demasiado voltaje que no lograba resistir.

–¿Qué pasa bebé?

–vamos despacio ¿sí?

–ay bebé, ¿no crees que ya he esperado demasiado?

–Jinnie es que cuando te pones así me siento raro.

–precioso vas a acabar conmigo.

–pero es que podemos besarnos pero no tan intenso. Suavecito ¿sí?

–Tae tú en realidad no sabes lo que me pides ¿cierto?

–awwwmm. Por favor ¿si Jinnie?

–Tae me muero por comerte y me sales con esto.

–ay no seas tan tosco.

–solo te digo la verdad. ¿acaso te has visto en un espejo?

–¿Por qué? ¿Qué tengo?

–bebé, eres jodidamente hermoso. Estoy casi seguro de que si antes no se te acerco alguien fue por Jimin.

–jajajaja, si tienes razón. El los espantaba a todos.

–¿lo ves? No me equivoque en imaginarlo. Hablando de Jimin. ¿tú sabes que está saliendo con Nam?

–¿Qué qué? –Tae abrió los ojos en asombro.

–ese traidor. ¿Cómo es que me oculta algo como eso?

–si pobre Nam, parece que tu amigo lo trae loco. Y yo que me burlaba de él sin saber que terminaría enamorándose de Jimin.

–pero me va a oír cuando lo vea.

–ay olvidémonos de ellos y volvamos a lo nuestro.

Jin jalaba a Tae acercándolo a su cuerpo. Tae logro sentir la semierección de Jin y se llenó de nervios. Jin lo acomodo haciendo que Tae quedara pegado a su pecho de espaldas a él, de manera que pudiera besar su cuello con facilidad y poder rozarlo con su pene en su bien formado trasero.

Jin tomo a Tae de las caderas aprisionándolo aún más contra su pene que ya se había puesto más duro. Tae cerraba sus ojos sintiendo los besos húmedos y cálidos en su cuello y el duro y caliente roce de la polla de Jin en su trasero.

–Jin mejor vámonos ¿sí?

–¿Por qué? Si estamos pasándola bien.

Jin seguía lamiendo y chupando su cuello con deseo.

–por favor Jin ¿sí?

Jin suspira derrotado en el cuello de Tae, pero con la necesidad de no abrumarlo entendiendo que él no está acostumbrado a eso.

Pasan los días, Tae le ha reclamado a Jimin por ocultarle algo tan importante pero logran arreglar la situación rápidamente y acuerdan una cita doble. En ella Jimin logra notar como el mayor es muy demostrativo y meloso con el menor. Y como este parece mostrarse algo incómodo ante las demostraciones de afecto.