El Elegido ~ Jintae

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Luego de algunos días de enviar mensajes sin obtener respuesta, Seokjin se sentía frustrado sin saber como lograr que Taehyung cediera. Sin embargo, el destino estaría de su lado para ayudarlo.

Era un viernes por la noche, en la que Namjoon estaba sumamente molesto con Seokjin por haber desaparecido de la fiesta y haberlo dejado solo. No sabía como explicarles a todos que por segunda vez no habría un elegido.

Caminando sin rumbo Jin termino yendo cerca al campus universitario. Mientras caminaba meditabundo con las manos en los bolsillos de su chaqueta escucho una voz suplicando que le parecía conocida. Su corazón se aceleró y salió a correr donde se encontraba.

–por favor, por favor no. no hagan esto.

–cállate lindura. Si ya fuiste la puta de Seokjin ¿Por qué no de nosotros?

–se equivocan, por fav...

–SUELTENLO!

–Seokjin, amigo. ¿te unirás a la fiesta?

–que lo suelten ahora mismo!

–oh vamos, otras veces no te ha importado compartir.

Jin observaba como el rostro de Tae estaba lleno de lágrimas y como era sujetado por aquellos chicos que reían maliciosamente. Eso fue suficiente para dejar que la ira tomara control y comenzará a golpear a cada uno de ellos.

–imbécil ¿Qué te pasa?

–Taehyung es mío ¿me entienden? Mío. Y no comparto con nadie. Malnacidos.

Jin seguía golpeándolos con furia ciega.

–ya detente.

–vámonos.

–se enloqueció.

Los tres chicos salían corriendo perdiéndose en la oscuridad.

Jin se dirigió a Tae de inmediato, tomando su rostro en sus manos.

–¿estás bien bebé?

Tae se aferró a Seokjin abrazándolo en un instinto de protección. Jin podía sentir a Tae temblando en sus brazos. Así que, empezó a sobarlo en su espalda para tranquilizarlo.

–tranquilo, ya estoy aquí. No dejare que nada te pase.

De repente Tae cambia de humor porque analizando la situación piensa que en ultimas todo es por culpa de Jin, por lo que lo empuja bruscamente.

–esto es tu culpa.

–¿Qué tengo que ver en esto?

–ellos mismos te mencionaron. Se sintieron con derecho a tocarme solo porque piensan que soy tu puta. Esto es tu maldita culpa.

–Taehyung no...

–¿me vas a negar que no es tu culpa? ¿acaso te he rogado que me...?

–Taehyung perdóname. Te prometo que no dejare que ninguno se te acerque.

–¿eso lo haces por mi o por ti? Ya te crees mi dueño ¿no?

–¿Por qué tienes que ser tan complicado?

– y ¿Por qué tendría que ser fácil?

Jin suspira derrotado.

–está bien Taehyung, déjame acompañarte.

Tae guardo silencio y empezó a caminar rumbo a su casa. Jin iba a su lado totalmente en silencio, por lo menos agradecía que Taehyung no lo echaba de su lado. Después de varios minutos se atrevió a hablarle.