El Elegido ~ Jintae

18

Tae caminaba con Jimin hacia la salida de la universidad y se impactó al ver como una chica estaba abrazada del cuello de Jin y este la tenía por la cintura.

En realidad Jin intentaba zafarse de la chica sin ser rudo, pero ya se estaba hartando de la insistencia de ella. Cuando levanto su mirada e hizo contacto visual con un atónito Tae se llenó de pánico y la quito de inmediato, pero Tae salió corriendo con el corazón dolido.

–Tae!

Espera Tae. –gritaba Jimin.

Jimin al ver que Tae desaparecía en medio de los edificios de la universidad volteo a mirar a Jin con hostilidad.

–ni se te ocurra seguirlo.

–no es lo que parece.

–si claro.

–lo digo en serio. Ella simplemente se me abalanzo.

–si y a mí no me gusta comprar. Te lo advertí, no quiero que te le vuelvas a acercar o no respondo.

–pero ¿Por qué no me crees?

Jimin!

Jimin!

Maldita sea!

Jin salió furioso del lugar.

Tae iba caminando rápido con el semblante caído y lágrimas en sus ojos.

–¿Taehyung?

Taehyung ¿estás bien?

–si, debo irme.

–espera. ¿Qué te pasa?

–por favor Jungkook necesito estar solo.

–¿es él? ¿cierto?

–eso no importa, debo irme.

–Taehyung, espera. Hablemos.

–no quiero, por favor déjame ir.

Tae quería irse porque no quería llorar en frente de Jungkook, pero fue inevitable ante su insistencia. Lagrimas comenzaban a caer profusamente por su rostro. Jungkook comenzó a limpiarlas de inmediato con sus dedos.

–ven, siéntate.

Tranquilo. Es normal. Dime que paso.

–yo...yo...¿Por qué tuvo que gustarme alguien como él?

–no es tu culpa. ¿acaso lo viste con alguien?

Tae asintió sollozando.

–olvídalo, él no te merece.

Jin vio como Tae hablaba con un semblante triste con Jungkook y decidió acercarse.

–Tae, hablemos por favor.

–él no tiene nada que hablar contigo.

–tú no te metas, esto es entre él y yo.

–claro que no, tu solo quieres enredarlo.

–Tae, hablemos bebé. Te puedo explicar.

–no necesito que me expliques nada. Solo déjame en paz.

–ya me tienes harto, no he hecho sino complacerte y mira como me pagas.

–pues entonces vete si tan harto te tengo.

Eres un imbécil.

Tae se suelta a llorar y sale del lugar de nuevo.

–pues sí, me voy y ahora si me voy a conseguir a alguien que no tenga que rogarle todo el tiempo.