El Elegido ~ Jintae

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Además del traje, Tae compro pétalos de rosas de varios colores, algunas velas y unas sábanas de seda. Le había pedido a Jimin que muy discretamente hiciera que Namjoon lo tuviera por fuera mientras el preparaba todo.

–espera, espera. No te vayas.

–lo siento Nam pero mi hermoso prometido me espera en casa.

–no lo creo, porque hace poco hable con Jimin y me dijo que habían salido juntos.

–que raro, ¿Por qué Tae no me dijo nada?

–ay hermano, ni porque te tuviera que decir todo.

–pues, él generalmente lo hace y más cuando sabe que puedo llegar a casa y no encontrarlo.

–pues hablando con Jimin seguro se le paso.

–no lo creo, mejor lo llamo.

–deja de ser tan intenso Jin. Más bien, vamos que te quiero mostrar algo. –bueno, si no hay más remedio.

Namjoon tenía planeado mostrarle algunos modelos de carros que su padre estaba vendiendo y estaban prácticamente nuevos. Así que se dirigieron a su mansión donde estaban guardados.

Al llegar al garaje Jin hizo una expresión de sorpresa y gusto.

–sabía que te iba a gustar.

–woow, es parecido al que era mi carro favorito.

–mi padre lo está vendiendo a la mitad de precio. Si se da cuenta que eres tú, de seguro te lo regala. Pero no sé si querrías eso.

–claro que no. me conoces muy bien.

–entonces, si lo quieres ¿Cómo crees que puedes pagarlo?

–ummm, no lo sé Nam. No me quiero endeudar. Sabes que los gastos de graduación fueron altos, más las últimas compras que hice del apartamento y todo en su interior. Prácticamente quede en ceros. Debo esperar un poco. Porque también está la matrícula de Tae.

–eres un amor Jin. De verdad lo amas mucho ¿no?

–con mi vida.

–pero Jin, este carro está aquí guardado y no lo veo en manos de otro. Lo quiero para ti. Puedes dar una pequeña cuota inicial.

–amigo de verdad que te agradezco que tengas este gesto pero déjame pensarlo ¿si?

–está bien. Como tú quieras.

–bueno, ahora si nos vemos.

–uuy Jin pero quédate otro rato.

–no, tal vez Tae ya llego.

–¿recuerdas que me pediste el video de la graduación por lo del compromiso?

-si claro, ¿lo tienes?

–si, solo debo copiarlo y puedes tener una copia. Vamos a mi habitación.

–ok. Vamos.

Y de una a otra actividad, Nam iba enredando a Jin para que no se fuera hasta que Jimin se lo indicara. Ya se le estaban agotando las ideas y veía el rostro desesperado de Jin por irse.

–de verdad Nam, ahora si me voy.

–dios mío, si Tae supiera el poder que tiene sobre ti.

–es el mismo que tengo yo sobre él. Te aseguro que debe estar haciendo pucheros esperándome. Así que, adiós amigo.

Nam se despidió y estaba a punto de alertar a Jimin de que no había podido retener más a Jin cuando justo entro un mensaje que le decía que ya podía dejarlo ir. Así que, Nam suspiro tranquilo sintiéndose con el deber cumplido.