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Tae esperaba nervioso a Jin, pues no sabía como reaccionaria cuando le dijera que no tenía donde vivir. Se preguntaba si le brindaría ayuda o se daría cuenta que había cometido un error al irse de su casa. Cuando vio el carro de Jin parquear su corazón se paralizo y se helo.

Jin esperaba a que Tae se acercara y entrara al auto pero lo veía con la mirada asustada y estático, por lo que decidió bajar del carro. Tal vez solo había escapado un momento a hablar con él y debía regresar a casa.

–hola bebé. ¿Cómo estás?

–Hola Jinnie.

–¿Qué paso?

Tae comenzó a llorar.

–tranquilo.

Jin comenzó a sobar su espalda y luego a acariciar su cabello.

–tranquilo amor. Solo cuéntame.

–mi papá se dio cuenta Jin.

–si, el me llamo.

–¿Qué? ¿Cuándo?

Tae sorbía por la nariz y limpiaba sus lágrimas con la mano.

–esta tarde, hace como tres horas.

–no sé como se enteró, pero fue horrible.

–¿te pego?

–si.

–aquí ¿verdad?

–si. ¿Cómo sabes?

–está un poco rojo. ¿te duele?

–no. me dolió más cuando me pego y me miro con desprecio. Me dio a entender que era un inmundo. Me pidió que me alejara de ti.

Jin estaba asustado de que Tae estuviera allí para terminar con él. Acaricio su rostro contemplándole.

–¿y tú que le dijiste bebé?

–yo le dije que no. y se llenó de ira. Y por eso me dio a elegir.

Tae volvió a derramarse en llanto. Por el llanto Jin esperaba que esa era la despedida y comenzó a sentir un hueco que lo carcomía en su interior.

–Tae ¿no me digas que estas aquí para despedirte?

–no Jin. Yo te elegí a ti.

Jin sonrió y sintió que un peso desapareció descansando en su interior.

–ay bebé por un momento pensé que me dejarías.

–no, Jin no puedo. Por eso cuando le dije eso me dijo que eras tú o mi casa.

Tae tenía miedo de la reacción de Jin, por lo que su mirada estaba gacha. Jin levanto su mentón y lo miro con ternura.

–tomaste la mejor decisión bebé. Ahora seré yo quien responda por ti. Es lo mejor que nos pudo pasar ¿no crees? Ahora viviremos juntos como pareja.

–Jin pero...

–pero ¿Qué amor?

–es que yo no tengo nada para ofrecerte. Me echaron sin nada. Aun sin mis libros y cuadernos de apuntes. No sé qué voy a hacer.

–déjame todo a mí. Si ellos te rechazaron ahora eres totalmente mío.

–no digas eso, no soy mercancía. –puchereo Tae.

–no me refiero a eso amor. Es solo que estoy muy feliz. Yo me hare cargo de ti. De todo, vivirás conmigo, me encargare de tu comida, de tu ropa, de tus útiles escolares, de tu matricula, de todo lo que necesites.

El Elegido ~ JintaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora