El Elegido ~ Jintae

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Pov Jin

Despierto y lo primero que veo es el hermoso rostro de mi prometido. Amo sus cejas tupidas, sus largas pestañas, como su cabello cubre parte de sus ojos, cada uno de sus lunares que parecen hubieran sido ubicados de manera estratégica para hacerlo aún más perfecto, amo sus labios bien proporcionados y amo como hace con ellos un puchero muy deseable.

Soy un hombre muy afortunado, no puedo dejar de contemplarlo. Se ve tan dulce e inocente. Tan hermoso. Y aun así, con ese rostro angelical logra transformarse en alguien tan endemoniadamente sensual. Justo como anoche, cuando cabalgaba sobre mi meneando sus caderas deliciosamente.

Hacer el amor con Tae es una de las mejores cosas que hay en mi vida, hasta ahora todo ha sido más que perfecto. Pero verlo sobre mí cabalgándome libre y lentamente totalmente entregado con su boquita entreabierta, gimiendo audiblemente, haciéndome saber lo mucho que gozaba con mi polla en su interior. Que por cierto ardía de placer por sus movimientos descarados y sensuales. También me follo rápido y me mostro su excitación, su fuerte deseo por mí, mostrándome lo mucho que le gusta tenerme dentro suyo. Por eso, aunque me encantaba verlo tomando el control y follandome placenteramente no pude aguantarme y lo tome con fuerza de sus caderas y comencé a embestirlo rápido y duro.

Así que, mientras observo su rostro angelical e inocente no sé como logra ser al mismo tiempo tan jodidamente sensual y atrevido cuando se lo propone. Tanto como para volarme los sesos y el juicio para un carajo haciendo que quiera follarlo hasta fundirme en él.

Le doy un tierno beso en su pucherito con cuidado de no despertarlo. Me levanto lentamente con el mismo objetivo para tomar una ducha rápida y luego prepararle el desayuno.

Pov Tae

Comienzo a despertar y busco con mi mano el cuerpo de Jin, no percibo su calidez y siento que me hace falta. Por más que tanteo no lo encuentro, así que abro mis ojos lentamente tanto como mis parpados pesados me lo permiten.

Cuando despierto totalmente, no lo veo junto a mí en nuestra cama. Aunque ya llevamos varios meses juntos, no dejo de sonreír como tonto y sentir una calidez en mi pecho al saber que es nuestra cama y que soy tan afortunado de hacer el amor con Jin frecuentemente. Justo como ayer.

Cada vez que pienso que el sexo entre los dos no puede ser mejor o que ya hemos llegado a la cúspide de lo más excitante, soy convencido de lo contrario. Anoche fue tan excitante, no premedite montarme sobre Jin y menear mis caderas descaradamente sobre él. Al principio fue algo vergonzoso, aunque pienso que le fascina verme sonrojado porque al notarlo vi como se mordía su labio y me veía con lujuria.

Luego de sentirlo tan bien ajustado y caliente dentro de mí, simplemente no podía parar. Me estaba volviendo loco de placer. Tanto que aun al recordarlo puedo sentir su dura, gruesa y caliente polla dentro de mí. Eso me hace recordar que me duele un poco y también me hace ser consciente de que no es lo único que me duele. Creo que todo mi cuerpecito duele.

Me levanto con cuidado porque no quiero lastimarme en el proceso. Al descobijarme puedo notar algunos moretones en mi piel, que muy seguramente se deben a los chupones de Jin y de sus dedos sujetando mis caderas fuertemente.

Al llegar al baño puedo notar con mayor claridad todas las marcas que ha dejado en mi cuerpo, las huellas de su ardiente deseo. Me encanta revisarme luego de una noche como la anterior, para saber el recorrido que hizo y el nivel de su hambre sobre mí.

El agua tibia sobre mi piel era medicinal. Me puse una sudadera y una camiseta holgada. Y Salí en búsqueda de mi amado que muy seguramente estaba en la cocina.

No me equivoque, porque más me demore en abrir la puerta de nuestra habitación que el delicioso olor a comida golpeara deliciosamente mi nariz. Lo vi tan concentrado cocinando y saber que lo hacía para mí me derretía el corazón. Por lo que, como de costumbre me acerque sigilosamente para abrazarlo y mimarlo desde atrás. De inmediato, Jin sujeto mis brazos y se volteo y me dio un tierno beso en los labios.