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Habían pasado algunas semanas, Jin y Tae se veían a escondidas en la universidad por esporádicos momentos; lo que ya estaba gastando el ánimo de los dos. Pues cada vez era mayor la necesidad de verse. Sin embargo, para Tae era más difícil porque la restricción también incluía a Jimin. De modo que no tenía con quien desahogarse al no tener su celular.

Era una noche como cualquier otra donde Tae no podía dormir pensando en que momento sus padres se enterarían y le harían la vida imposible para no volver a ver a Jin. Tenía miedo que Jin finalmente se cansara de él, cuando él ya se había dado cuenta que estaba enamorado hasta la medula.

No obstante, esa noche sería diferente. Tae sintió un leve golpe en la ventana. Al principio pensó que era algún animal, pero los golpecitos continuaron uno tras otro y decidió investigar que era. Para su sorpresa y deleite quien golpeaba a su ventana era Jin.

–dios mío Jinnie ¿Qué haces aquí? –susurraba Tae.

–me haces mucha falta bebé.

–Jin si mis padres nos descubren...

–sshhhh. Tranquilo. Seremos silenciosos. ¿Me dejas pasar?

El corazón de Tae estaba desbocado del miedo a ser descubierto.

–claro, ven.

Jin no había terminado de entrar cuando tomo el rostro de Tae, acunándolo con sus manos tiernamente, para besarlo. Luego bajo una mano a su cintura para pegarlo a su cuerpo. Ambos se comían la boca con desesperación y deseo, sintiendo crecer sus erecciones una junta a la otra. Jin bajo su mano al esbelto y bien proporcionado trasero de Tae para amasarlo y apretarlo haciendo que Tae gimiera en su boca.

–me gusta tu pijama de elefantitos, bebé.

Jin intentó quitarle la parte superior pero Tae se lo impidió.

–Jin, no. en estas circunstancias no.

–está bien bebé. Me contentare con besarte y tocarte por encima de la ropa.

–¿podemos quedarnos abrazados?

–tal vez más tarde precioso, ahora te necesito.

Ambos continuaron besándose, restregándose el uno al otro, manoseándose, gimiendo en el oído del otro, ahogando sus gemidos en la boca del otro por un buen tiempo. Y no solo fue esa noche sino muchas sin ser descubiertos.

Eso duro por dos meses, ya que gracias a las averiguaciones que el padre de Tae había hecho se había dado cuenta de la mala fama de Seokjin en cuanto a las fiestas y su promiscuidad del pasado. A pesar de que también se había enterado que era el mejor de la facultad, siendo un estudiante ejemplar lo único que se le había quedado grabado era que Jin era bisexual. Sus preocupaciones crecían a medida que pasaba el tiempo. Por eso, no contento con lo que sabía decidió averiguar qué relación tenia Tae con Seokjin. Aunque pregunto a varios ninguno sabio y eso parecía calmarlo porque si tuvieran algo tal vez alguien lo sabría.

–¿señor? Señor.

–¿si?

–¿usted está preguntando por Seokjin y Tae?

–si, ¿sabes algo?

–bueno, si. Pocos lo saben. Creo que el pobre muchacho está siendo corrompido por el mayor.

Los ojos del padre de Tae se abrieron en temor.

–¿Por qué lo dices?

–bueno, eso fue hace más de 8 meses más o menos. El más joven apareció en la fiesta que organizaba Jin todos los viernes con un rubio.

El Elegido ~ JintaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora