-Capítulo 28-

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Victoria Bowen.

Revisé mi bolso una vez más antes de decidir salir de una vez por todas de la casa.

Llevaba mi teléfono, un pañuelo, el paquete de toallitas húmedas que siempre llevaba conmigo y mi billetera. Al parecer no se me olvidaba nada más.

Esa noche después de salir del trabajo Mattew me alcanzó y junto con Jasmine, oficiales de policía y mis compañeros de trabajo me invitaron a cenar a algún lugar de la ciudad.

Me sorprendió y debía aceptar que me avergonzó un poco la inesperada invitación. Nunca había salido a cenar a algún local con alguien que no fueran mis padres, mis dos mejores amigas y algunas veces que Annie quería sacarme de la casa para que mis días no se resumieran en casa y universidad, universidad y casa.

Ahora sólo salía con Emma y Nathan, y cuando no salía con ninguno de los dos me quedaba con mamá toda la tarde disfrutando de su compañía y del tiempo de calidad que podía tener con ella que poco tenía por mi trabajo. Pero ahora, dos compañeros de trabajo, con los cuales llevaba muy poco tiempo habiendo tomado confianza me invitaban a pasar una cena juntos. Lo que más me extrañaba era la normalidad y entusiasmo con el que me pidieron salir, hablábamos y tenía cierta confianza, pero no llevábamos tanto tiempo así para acercarnos con tanta confianza.

Aunque realmente no me quejaba, de hecho, me sentía emocionada de hacer algo con personas que no sabía si ya considerar amigos, probablemente no, pero esta ocasión era buena para conocernos, ¡pero realmente me sorprendía la manera tan amistosa con la que se dirigían a mí! O tal vez yo era una persona muy tímida, bueno, cualquiera de las dos sólo esperaba disfrutar de esa noche.

Ya fuese una salida de compañeros de trabajo o de amigos sabía que no debía ser tan tímida o permanecer incómoda, ellos se dirigían a mí con alegría y no me juzgaban por como era, pequeña y callada, y sin que yo dijera la primera palabra noté que se volvieron más cercanos, más Mattew que Jasmine por supuesto, pero se notaba que no le desagradaba a la oficial Jonhson.

Al ver que tenía todo lo necesario en mi bolso tomé un mechón de mi flequillo ya largo y lo coloqué detrás de mi oreja, al perecer ya estaba lista y no me faltaba nada más. Sólo me faltaba tomar un taxi y dirigirme a la dirección que me había mandado por mensaje Mattew.

No conocía mucho la ciudad, también era una buena oportunidad para conocerla mejor aunque sólo fuera a cenar a algún restaurante o local.

— No sabes lo feliz que me hace que salgas y disfrutes de tu juventud.

Volteé a ver a mi mamá quien estaba sentada en un banco elevado de la barra del desayunador con el codo apoyada en la superficie lisa de la barra y con la mano apoyaba su mentón, viéndome con una mirada endulzada y suave.

— ¿Qué? —Sonreí confundida viendo a mi mamá quien dejaba salir de sus labios ligeras risas.

Dejo de reír y volvió a verme.

— Cuando eras una adolescente jamás te vi salir mucho a algún lugar a disfrutar y pasar el tiempo. Siempre tenían que ser Emma y Caro las que debían arrastrarte para salir juntas, sin mencionar que Annie te pagaba cuatro gritos para que fueran a alguna fiesta, cada que mencionaba la palabra "fiesta" siempre te negabas y Annie terminaba cambiando el lugar pasando de ir a un Club para ir al siguiente día a desayunar a una cafeteria.

Lo recordaba muy bien.

Terminé la secundaria muy joven e inmediatamente fui a la universidad decidiéndome por tomar la carrera de policía, mientras estudiaba trabaja medio tiempo en una zapatería, después de terminar la universidad tomé junto con Emma y Caroline un curso más para poder sumarle valor a nuestro currículum y carrera, rápidamente servimos en la comisaría de la ciudad en la que viviamos y después nos dieron la oportunidad de ir a Dallas para corroborar con una pequeña investigación de pandillas y poder hacer patrullaje en la noche, fuimos sugeridas por el tío de Emma quien también era policía y sabía que sería una buena experiencia para nosotras que trabajaramos en otro lugar y en algo como eso, en ese tiempo fue donde ocurrió lo de Caroline... Después de eso volví a Arizona y después de mi recuperación seguí trabajando, prácticamente al pasar estudiando y trabajando no podía hacer muchas otras cosas, y cabe destacar que en la secundaria tampoco hacia mucho, estudiaba arduamente y en mi tiempo libre leía algún libro y pasaba tiempo con mis padres y los ayudaba en lo que pudiera, además de pasar tiempo con Caroline y Emma cuando me visitaban.

Te amaré tras las rejas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora