My Ex-Love |Baekhyun y tú

"Duele"

Maratón 2/3

Capítulo 31: "Duele".

POV Shin ___.

—¿Qué quieres cenar? —Preguntó Tae Soo.

—Mmm... ¿Kimchi? —Dije saliendo de la empresa. Un carro se detuvo y con ello salieron unas personas de las que me atacaron con huevos.

Quedé atónita. Sin fundamentos, de repente estaba cubierta con huevos reventados.

—¡Roba novios! ¡Zorra! —Gritaban ahora lanzándome tomates.

No entendía nada y me estaba poniendo muy nerviosa. Aquéllas personas tan cercas insultándome hacían que me faltará el aire. Los guardias hacían lo que podían, pero parecía imposible porque más personas se sumaron.

Un carro se detuvo y cuando creía que saldrían más personas de allí, un ángel me mandó al menos inesperado.

—Sube ____ —gritó Baekhyun. Tae Soo me ayudó a dirigirme allí subiéndome al carro y alejándome a velocidad de aquéllas personas.

«¿Por qué me decían eso? ¿A qué se trataba esta vez?», pensaba.

—¿Estás bien? —Preguntó preocupado.

Saqué mi teléfono rápidamente de mi bolsillo y entré a naver donde estaba mi nombre en tendencia. Ahora me trataban de lo mínimo zorra, porque me insinuaba a Baekhyun, el prometido de la famosa Hyorin.

—Shin... —Pronunció.

—Para —dije.

—¿Ah? —Seguía avanzando.

—Detén el carro —afirme.

—Anio (no). Te llevaré a un lugar seguro.

—¡Para ya! —Eleve la voz, estacionando el carro a un lado en seco.

—¡Shin ___! —Reclamó.

—No lo entiendes, Byun Baek Hyun —dije con mis ojos lagrimosos.

—¿El qué? ¿Esos rumores absurdos de qué te me insinúas? Por favor... Sabes que es mentira.

Mofé.

—Para ti todo es fácil —murmuré.

—¿Cómo?

—Sí, para ti todo es fácil. Como eres perfecto ante todos, nadie puede dudar de ti. ¡No sabes nada! ¡¡Nada!! —Rompí en llanto.

Quedó en silencio. Mirando al frente sin saber que decir. Mis palmas de las manos estaban empapadas de las lágrimas que brotaba, ocultando mi debilidad.

—Ahora todos creerán más esos rumores porque estoy aquí —contesté sollozando.

—Shin ___ —pronunció apenado.

—Déjame aquí. Me quiero ir.

—No.

—¡Yaah! —tratando de abrir la puerta del que le había colocado cerrojo—. Abre la puerta.

—Anio (no). Es peligroso.

—¿Peligroso? Peligroso el día uno en que decidí la maldita vez de toparme contigo —confesé arrepentida—. Todas las cosas malas que me suceden es por culpa de haberlo encontrado. ¿Entiende?

Giró la mirada al frente.

—Eso cambiará pronto.

—No. No lo hará... Déjeme salir —volví a decir.

Me rendí quedándome callada. De reojo note que vio mi brazo derecho marcado.

—Lo siento por lo de ayer.

Crucé los brazos avergonzada.

—Estuvo mal como reaccione. Lo siento —expresó apenado. Decidí callarme—. ¿A dónde quieres que te dejé?

—Llévame a mi departamento —dije recostando mi cabeza.

—Está bien —comentó arrancando el carro.

—Sabes... Duele vivir así —expresé triste.

Él se dedicó bajar la mirada y seguir concentrado en manejar.

[***]