My Ex-Love |Baekhyun y tú

"Un Salvador"

Capítulo 59: "Un salvador".

POV ___.

Hoy era la finalización de mi drama. Un trabajo espléndido por todo el equipo donde me había sentido cómoda y bienvenida.

Lo bueno de esto es que también iba a volver a Corea para verme con Baekhyun que esperaba con muchas ansias.

Fui al bañó, hice mis necesidades, me lave las manos y salí saludando algunas personas que manejaban todo el tema de los sets, vestuarios, etc.

Entré a mi camarín buscando mi teléfono.

—¿Dónde estaba? —Pregunté confusa buscándolo. Pensé en mi bolso, así que lo abrí encontrándolo.

Sonreí prendiendo mi móvil. De reojo vi algo blanco dentro de mi bolso. Puse mi mano y lo saqué confundida de que se trataba el paquete pequeño con polvo blanco.

Mis ojos se abrieron al llegar un pensamiento de que quizás...

—Shin ___ —Entró el Sr Kang junto con los policías.

—No se mueva señorita —se acercó un detective sacando unas esposas de su espalda.

—No es mío. Lo juró —lancé al suelo asustada.

—Lo tendrá que explicar en la comisaría —poniéndome las esposas.

—Lo juró, yo no fui. De verdad, no es mío eso —hablaba desesperadamente—. Tiene que creerme —retenía la caminata.

—Venga srta Shin —me empujaba a avanzar.

—Sr Kang, ayúdeme por favor —mis lágrimas salieron al dirigirme a la persona más importante en el manejo de mi carrera desde que empecé a trabajar en drama.

[...]

—¿No vas a hablar? ¿Quién te la vendió?

—No es mío —repetía nuevamente.

—Dios mío... De verdad —maldecía fastidiado el detective. Habían pasado horas desde que estaba sentada aquí.

Todo lo que hacían era presionarme a confesar algo que no tenía idea. Habían encontrado droga en mi bolso, específicamente cocaína. No entendía porque nuevamente me pasaba esto. De nuevo el mal perjurio iba en contra mía. Cuándo estaba sonriendo, todo se desvanecía. Ya lo había sufrido en Corea, pero la maldición me siguió hasta aquí.

¿No era suficiente a que el destino o lo que sea me vea sufrir? ¿Cuál fue mi pecado en mi anterior vida para vivir estás consecuencias?

Otra persona llamó el detective preocupado y nuevamente se fue. Tragué fuerte viendo mi dedo pulgar desgastado ante mis mordidas nerviosas. El tiempo pasaba, en el lugar vacío se sentía increíblemente lento con personas detrás de la ventana seguramente monitoreando mis movimientos o esperar a la siguiente parada para torturarme con preguntas.

—Shin ___ —el detective abrió la puerta—. Puedes irte —anunció.

Me levanté de golpe sintiendo un ligero respiro en mi pecho. Caminé a la salida de mi sala dónde estaba mis padres.

Mi cuerpo se detuvo olvidándome a respirar por unos segundos.

—¿Cocaína? —Miró mi madre decepcionada.

—Omma —con un nudo en la garganta y el mentón tembloroso.

—El guardia de las cámaras huyó pero dejó una nota —comentó el detective—. En las grabaciones que iban ser ocultas se mostraba a un sujeto extraño y irreconocible entrando a tu camarín y colocar la droga. El guardia dejo esto —dio un papel doblado.

Lo abrí mirando el contenido.

Soy un idiota que recibí dos millones de won en ocultar esta grabación. Me siento mal por la srta Shin ___ que todos los días me saludaba y preguntaba por mi mascota. La persona que me contacto tiene de inicial M, él habló de alguien K. No lo entiendo, y no sé su rostro. Fueron muy cuidadosos.

Sus palabras fueron "Destruir a Shin ___ para que sufra viviendo".

Lo he pensando bien, tengo culpa y espero remediar con esto. Lo siento nuevamente srta Shin ____.

Terminé de leerlo quedándome desconcertada.

—Alguien quiere destruirte Shin ____.

La sensación esta vez pesada presionaba mi pecho a tal punto de caer en el suelo. Gritaba de dolor como si la persona que me quiere sepultada estuviera arrancando mi corazón.

La visión se volvía borrosa y los sonidos se volvían lejanos con un pitido en mi oído que alteraba el volumen de las voces. Los ojos cerraron contemplándome en una profunda oscuridad. Fue como un segundo, despertar en un lugar distinto pero reconocible.

Mi cuarto.

Me levanté viendo todo en su lugar. Sentí un fuerte dolor en mi cabeza por un momento al sentarme en la cama.

—¿Qué me pasó? —Hablé sola.

La puerta de la habitación se abrió con mi padre entrando.

—Estás despierta... ¿Cómo estás?

—Appa, ¿qué pasó?

—Te desmayaste.

Suspiré.

—Necesitas descansar.

—Lo de la policía... —Entrando al tema.

—Lo resolveremos nosotros —dijo serio.

—¿Por qué? Si estoy implicada.

—No puedes estresarte ni vivir estás situaciones. Lo que se vivió la última vez fue muy peligroso —miraba nervioso, evitando todo contacto.

—Tiene que ver con mi pasado ¿Verdad?

Levantó la mirada.

—¿Ah?

—Tus manos temblaban, tus ojos reflejaban preocupación y angustia cuando surgía el tema de mi pasado ¿Qué tiene que ver esto? —Mis ojos se colocaban húmedos.

—Nada ___ —se exalto asustándome—. Duerme —dio la vuelta a irse.

—Aunque mi mente no pueda recordar, mi corazón lo siente —dije interrumpiendo su paso—. Quieres alejarme, creerme nuevamente que estaré bien ¿Hasta cuando más van a retenerme? —Cayendo lágrimas de la impotencia.

Parecía serle indiferente porque se fue. Iba a conseguir la verdad. Sea como sea.

Aún si fui la mala del cuento.

Mi teléfono vibraba. Atendí al ver el nombre.

—Shin ___ ¿Estás bien? Me acabó de enterar por mi contacto que te acusaron de llevar drogas.

—Byung Joon —solloce al escuchar su voz.

En estos momentos lo necesitaba mucho. Un salvador que me ayudé a acabar con esto

[***]