Capítulo 29

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Narrado por Nick

Veo como el auto rojo escarlata se aleja por la larga y árida carretera. Mierda. Quizás si no hubiese venido a este mierdero club, no la hubiera cagado más aún. Me dolieron sus palabras, joder, son como balas destrozándome el pecho.

Me limpio las lágrimas con el antebrazo y camino dentro del club nuevamente. No sé en qué estaba pensando cuando llamé a Sharon y le dije vendría. Ahora estoy más roto que antes. La noticia de que Anna había llegado de Hawái ya me tenía lo suficientemente inquietado, feliz, pero inquietado.

«Se ha acabado, Nicholas. Olvídate de que existo, yo ya te he olvidado, haz lo mismo», me repite su voz en mi mente.

En cuanto me adentro en el edificio las luces de colores se mezclan con mi silueta. Todos están disfrutando de la música country, que para mí es un asco de primera. Sharon está sentada en la misma mesa cerca de la barra contemplando una copa servida de champán. Me acerco y me siento en la silla en la que estaría sentada Anna si no hubiera sido tan gilipollas.

-Has metido la pata hasta el fondo -me dice ella y le da un trago a su bebida.

-Lo sé -coincido intentando que nuestras miradas no se encuentren-. Sólo no me aguantaba las ganas de verla. Han sido dos meses de demonios -me alboroto el cabello con una mano mientras me levanto.

-¿A dónde vas? -pregunta mi amiga cuando comienzo a caminar hacia la barra.

-Necesito olvidar ciertas cosas -Intento sonreír, pero no me sale, y Sharon me mira con una cara de lástima que me incomoda.

-No bebas mucho -La escucho decir detrás de mí.

Todavía recuerdo lo que me dijo Anna. Joder, dijo que me había olvidado con todas las letras. Eso me dolió mucho, y solo quiero olvidarlo. Sé que fue culpa mía, pero soy lo suficientemente orgulloso como para decirlo en público.

Cuando me siento en una de las banquetas libres en la barra, le hago una seña al barman y pido una botella de vodka. El tío de acento italiano no se tarda en traerme la de mejor calidad, y yo tampoco demoro en sentir la bebida caliente bajando por mi garganta.

Quiero olvidar, aunque sea solo por hoy, solo por unas horas, aunque mañana sé que las palabras de Anna volverán a martillarme la memoria. No sé cómo carajos controlar mis demonios interiores, necesito controlarme, quiero cambiar por ella, dejar de ser un poco idiota y orgulloso. No quiero esconderle nada a la mujer que amo.

-Hola -me dice una tía y cuando me giro a verla me encuentro con una hermosa mujer. Tiene el cabello rojo como el fuego y unos ojos casi negros, una sonrisa tierna y unas tetas increíbles. Su increíble figura se evidencia a pesar del vestido de lentejuelas que lleva.

-Hola -respondo y prosigo a mirar el hielo revolviéndose con el vodka.

-¿Andas solo, cariño?

-¿Te conozco? -le pregunto sonando casi borde, pero cuando veo la expresión en su mirada, me corrijo-. Lo siento, he tenido un día de perros.

Sonríe un poco y le pide al barman un Martini. Luego me dice:

-Somos dos. ¿Andas solo?

Le doy el tercer trago a mi bebida, y esta baja como fuego por mi garganta, quemándome más de lo que quisiera.

-Tengo novia -argumento y ella declina los hombros levemente en señal de derrota.

«Se ha acabado, Nicholas. Olvídate de que existo, yo ya te he olvidado, haz lo mismo», las malditas palabras se repiten nuevamente en mi mente, e intento acallarlas con otro trago de vodka.

-Qué lástima -resopla la chica del cabello de fuego levantándose de la banqueta contigua a la mía.

-Espera -le digo tomándole de su fina muñeca-. Vámonos a mi auto.

Ella me sonríe y asiente. Mierda, no es para nada parecida a mi chica, esta parece una puta llena de cirugías, pero estoy empalmado desde que vi a Anna hace una hora. No he tocado a nadie desde que ella cortó conmigo definitivamente, necesito echar un buen polvo para calmarme un poco.

Tomo la botella de vodka y camino con la pelirroja por entre la gente. Tiene un trasero increíble, pero nada comparado al de mi chica. Salimos al aparcamiento y me doy cuenta por segunda vez en una hora, de que tenía que haberme traído una chaqueta o alguna mierda. Meto a la pelirroja en el asiento de atrás y rápidamente le aparto las bragas para penetrarla, me hago una imagen de Anna tirada debajo de mí en la cama, y le doy la primera embestida a la zorra, quien gime encajando sus uñas postizas en mis brazos, llenando el interior del auto con su voz para nada melódica.

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#Infiel #I'mJealous #Drink 🦂⚘

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