A Auron le acaban de avisar que hoy había una pequeña excursión para saber más sobre los ángeles y demonios, y hoy tocaba ir al Reino de los ángeles. El demonio daba vueltas nervios en la habitación de Perxitaa qué compartía con Mangel y Fargan. Los tres observaban como de nervioso y asustado estaba el chico, nunca lo habían visto así, por lo menos los otros dos.
- Auron tienes que tranquilizarte - habló al fin Perxas.
-¿¡Tranquilizarme?!- gritó mirando al ángel - tengo la entrada prohibida a ese lugar...
- Mucha gente también...- intentó ayudar Mangel.
-¿Sabes que es lo gracioso?- preguntó con una falsa sonrisa que se desvaneció enseguida -¡Qué mi familia es la única que tiene prohibida la entrada a ese sitio!
En ese momento entraron Lolito y Reborn, Fargan les había escrito viendo la situación en la que estaban. El ángel tenía en la mano una sudadera larguísima, gorro y gafas de sol para esconderlo un poco de la multitud. El demonio agarró la sudadera y salió corriendo a ponérsela al baño de la habitación.
-¿Es tan importante eso?- preguntó Fargan después de un silencio esperando a que el otro saliese del baño.
- Pena de muerte, cárcel de por vida o esclavo - enumeró Lolito.
Auron salió del baño dando un suave salto, la sudadera le tapaba completamente las alas. La cola se le veía un poco pero la escondió enseguida debajo de su enorme sudadera que le llegaba por las rodillas. Reborn rió enternecido por la escena, pero eso nunca lo admitiría. Se acercó con el gorro y procedió a ponérselo, era un gorro típico negro, tampoco querían llamar la atención.
-¡No podemos esperarlos todo el día a vosotros!- se escuchó el grito de Merlon en el pasillo que claramente iba dirigido a ellos.
Todos salieron corriendo menos Auron y Reborn, el segundo le acababa de colocar el gorro al más bajo y le entregó las gafas en la mano.
- No te separes de mí, si tienes algún problema yo seré el único que lo pueda solucionar - le explicó el ángel tirando de su amigo hacia la puerta del centro.
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-¡Y recordad, debéis ir siempre con algún ángel que se sepa el camino!- gritó el director viendo cansado como todos los alumnos echaban a correr. Habían llegado.
El grupo es el que ellos estaban era el de las dos clases de su curso, Karmaland y como habían decidido llamar al otro grupo de amigos Infames. Reborn era el que guiaba, iba a la cabeza del grupo con Vegetta hablando sobre su infancia en ese lugar, ya que Samuel también había vivido allí.
Auron iba mirando todo su alrededor, estaba alucinando con lo que veía, le parecía tan bonito todo, ni sabía cómo no le dejaban venir allí.
- Entramos en la sede de Dios, dónde trabaja mi madre... No te alejes capullo - le susurró Reb al demonio -¡Mamá!
