-¿Qué fue lo que viste cuando mamá murió?- le preguntó de forma sutil a su hermano.
- Pues... Vi como gritaba de dolor, mientras su aspecto iba variando enter ángel y demonio... Dijo sus últimas palabras y se terminó todo - Auron no quería recordar mucho eso, pero por su hermana lo haría.
-¿Qué dijo?- insistió, pero negó al darse cuenta de lo que estaba diciendo - lo siento, cuando pasó nuestro padre me prohibió preguntarte.
- No pasa nada Moni; estaba en su forma ángel y me dijo que me quería y luego gritó que no iba a morir como un ángel - se estremeció tan solo de pensarlo - ya que nunca le había representado, se cambió solo a demonio y murió...
-¡Imagen insólita en la comida anual del gobierno de los ángeles!- sonó en la televisión llamando la atención de los hermanos - los dos hijos de Julia, la mano derecha de Dios, haciendo el minuto de silencio por la difunta Lilith.
Los dos se sorprendieron mientras veían las imágenes y se daban cuenta de que era verdad.
- Además no solo eso, pelearon con Dios diciendo todo lo que pensaban - el reportero terminó con una sonrisa.
-¡Esos son mis amigos!- río Auron emocionado.
- Buenos amigos...- comentó su padre poniéndose cerca suya - Mónica, Raúl... Sois fuertes.
Los dos demonios miraron confundidos a su padre, que ya sabían que eran fuertes por todo lo que había pasado ¿Pero a qué venía ahora?
- Mónica, tu ejército está realmente bien entrenado, pienso que nadie les puede vencer, estoy orgulloso de tí pequeña - la chica sonrió con lágrimas en los ojos de emoción que secó rápidamente para asentir seria mientras hacía el saludo militar - Auron, de tí que decir, sé todo lo que estás luchando para poder ser el nuevo Diablo, no quiero que te parezca a mí, quiero que seas como quieras.
- Yo quiero ser como tú - respondió seguro el chico.
- Recuperaremos a Sara y vengaremos a vuestra madre...- habló su padre mientras con una pequeña navaja se hacía un corte en la mano, se la pasó a sus hijos y estos hicieron lo mismo.
Juntaron sus manos haciendo un resplandor rojo iluminara el sitio, una promesa de la familia del Diablo, no se podían morir hasta cumplirla, pero lo harían, por Sara y Lilith.
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El demonio acababa de volver al instituto, saludó a todos de nuevo y se fue a hablar a solas con Perxitaa sobre la promesa.
- La cumpliremos Perxas... Lo sé - dijo mirando al cielo.
- Yo sé que lo haréis, hermano...- le llamó como apodo con una gran sonrisa.
- Hermano - le siguió el otro el juego.
Se despidió de él para ir a ver a Reborn, ya que no había hablado con él en todo el día y eso no es que le gustase.
-¿Qué pasa puerco?- saludó sonriente al ver al ángel caminando por el pasillo.