19. Halloween

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El demonio al oír eso se dió cuenta de que sí iban a por todas, y no iba a dejar ganarles, tenía que encontrar a Reborn cuanto antes o al menos juntarse con alguien.
Intentó correr, pero el viejo ya se estaba acercando a él, y sin saberlo tenía una navaja en mano.

- Suerte en tu próxima vida...- susurró con rabia mientras la clavaba en el abdomen del chico.

Auron gritó de dolor y retrocedió un poco. Buscó algo para poder defenderse y encontró una pala en el suelo, no lo pensó ni dos veces, la agarró y con fuerza le golpeó la cabeza haciendo que callera inconsciente al suelo formando un charco de sangre.

Se tocó su herida con una mueca de dolor, estaba manchado de su propia sangre su ropa y cara. Cualquiera que lo viera pensaría que era un asesino, y su víctima sería Merlon.

- Joder...- susurró mirando de nuevo al viejo verde tumbado en el suelo con la navaja todavía en la mano.

-¿Auron?- el demonio miró con miedo hacia donde había escuchado la voz, que él no sabía si era bueno o malo que fuese Reborn.

-¡No es lo que parece!- gritó angustiado mientras tiraba la pala al suelo, intentó acercarse al ángel pero este retrocedió con miedo.

El demonio lo miró sorprendido al ver sus pasos, no era un asesino... Bueno, sí lo era pero el caso es que no lo era de Merlon.

- Yo... Me defendí, no quise... Lo juro - se tocó la herida de nuevo, le dolía bastante pero ese no era lo más importante que había que hacer ahora.
Reborn sé dió cuenta de su herida y supo que Auron decía la verdad. Le creía desde el primer momento pero simplemente no sabía que podía hacer en esa situación.

-¿Puedes seguir sobreviviendo a esta noche?- le preguntó el ángel tocando suavemente la herida, el demonio asintió sin decir nada.

Ahora mismo Auron estaba teniendo mil ideas en la cabeza de cómo solucionar lo que había hecho, y Reborn solo pensaba que se había metido en ese lío por gilipollas, ya se podía haber quedado en su sitio en vez de venir a buscar al demonio.

- Ya está, tranquilo...- el ángel abrazó al demonio con fuerza. El otro simplemente lo aceptó aliviado, sabía que podía confiar en Reborn, hasta para en un casi asesinato.
El ángel sentía el latido acelerado del corazón del demonio, soltó una pequeña risa por ello, ya que no era muy normal verlo así.

- Vamos, lo que me enseñó mi padre de pequeño me va a servir para algo - Auron tiró de la mano de Reb llevándolo cerca de Merlon vivo (por mala suerte)

-¿Qué te enseñó tu padre?- el ángel le miró intrigado con una pequeña sonrisa.

- A esconder un cadáver - respondió tranquilo sintiendo el pulso del viejo.

- Estás de coña - dijo el ángel sin creérselo - vamos ¡Es que tienes que estar de coña!

- Sí, estoy totalmente de coña...- respondió con ironía para no alarmar.
El demonio sintió un dolor demasiado agudo en la parte de la herida, sabía lo que podía significar, pero simplemente no quería imaginarlo -¿De... De qué está hecha la navaja?

- De... No sé qué coño es esto, es lila - le dijo el ángel quitándole de la mano la cosa al inconsciente.

- No... Ostia, ostia...- Auron entró en pánico mientras le dolía la herida más de lo normal.

- Vamos a tranquilizarnos...

-¡Coño, que es una amatista!- gritó apartándose del cuerpo del anciano.
Se tocó la herida tambaleándose, su cara expresaba preocupación, confundiendo al ángel.

𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 - 𝕽𝖊𝖇𝖔𝖗𝖓𝖕𝖑𝖆𝖞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora