Julia y Reborn conducían tranquilamente (por lo menos la primera) hacia el centro de nuevo. El ángel estaba nervioso porque no sabía cómo se lo iba a tomar Auron, eso de ir a una comida con la persona que le torturó era extraño.
A medida que se iban acercando se iban escuchando los gritos de ciertas personas amigos del ángel llamando la atención de prácticamente todos los que pasaran por esa carretera.
— Yo me bajo, yo se lo digo — explicó nervioso Reborn mientras bajaba del coche.
— Entiendo, entiendo...— rió por lo bajo viendo como se alejaba y entraba en el recinto.
El ángel caminó entrenado en el recinto donde buscó con la mirada al demonio, quién no tardó en ir corriendo.
Auron corrió para abrazarle con fuerza sabiendo que algo ocurría.Así estuvieron unos minutos. Abrazados en un completo silencio.
Julia los veía con una sonrisa, como si fuera algo que había esperado desde hace tiempo.Al mismo tiempo podía ver cómo alguien que conocía de simple vista, tensaba su arco listo para disparar a los chicos. Quiso gritar, pero era tarde ya había disparado.
El disparo hubiera dado en la cabeza de Reborn si el demonio no hubiera intervenido con su campo de protección que hacía regularmente haciendo que la flecha rebotara y el demonio pudiera tenerla en la mano. Una de amatista.
— Falló.
—¿Harás el numerito verdad?— Reborn rodó los ojos casi divertido.
—¿Lo dudabas?— le señaló el coche pidiendo que se suba —. Es mi momento de brillar.
Al decir eso extendió sus alas para impulsarse con ellas hacia arriba y quedarse volando buscando su presa.
Lo vio, vio a un antiguo amigo suyo argentino correr como nunca por el bosque, intentando huir de lo que se le venía.Se acercó volando, sin prisa, a Kion. De un empujón lo tiró al suelo mirándolo burlón, con ganas de matarlo de una vez por mucho que supiera que era imposible hacerlo.
— Qué error... Meterte conmigo o con seres queridos... Vaya — murmuraba con una sonrisa sádica.
Terminó dejándole inconsciente sin mucho esfuerzo, estaba dispuesto a matarlo pero una flecha sobrevoló el suelo y se clavó en su abdomen haciendo que se olvidase de su objetivo.
Joaquín al ver como el demonio se fijaba en él tiró el arco al suelo y comenzó a correr como si su vida dependiera en ello, que si era cierto.
Auron lo hubiera seguido si la flecha no fuera de amatista. Poco a poco estaba sintiendo los efectos del mineral entrar en su cuerpo, tenía que sacarla ya.Extendió sus alas y voló como pudo hacia el coche donde se encontraban los dos ángeles esperando. Entró rápido y Julia en cuanto estaba cerrada la puerta encendió el motor.
— Buenos días familia — dijo intentando contener su dolor.
—¿Duele?— preguntó Reborn.
— Es de amatista.
Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer al escuchar eso, sabía todo el poder que tenía ese mineral en el chico.
— Vale... Deja que te ayude — murmuró Reborn tocando la flecha haciendo que el otro se removiera con dolor —. No seas quejica.
—¿¡Quejica?!— casi gritó —. No sé qué cojones quieres que haga si tengo clavada una puta flecha del único material que me hace un efecto el doble de doloroso que cualquier otro.
— Entiendo, ahora deja de distraerme que te haré más daño si no.
Volvió a tocar la flecha con sus dedos. La movió con tanta suavidad que ni él mismo sabía si de verdad la había movido.

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𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 - 𝕽𝖊𝖇𝖔𝖗𝖓𝖕𝖑𝖆𝖞
Fanfiction- Es un demonio. - No es un demonio... -¿Cómo? - Es el demonio.