11. Poder mental

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Había pasado una semana de ese incidente, todo el mundo creía que se iba a quedar en el olvido, pero no fue así.
La gente temía mucho más a Auron, ya sabían el poder que podía alcanzar. Y este se había alejado de todos sus amigos ángeles, obviamente sin incluir a Perxitaa.

Podía estar hablando con Lolito tranquilamente, pero si Vegetta se les acercaba él se iba sin decir ni una palabra, y eso preocupaba a todos.
A Axo solo le daba las buenas noches por el hecho de ser de la misma habitación, lo que no sabía es que cada vez que lo decía el ángel se sentía mal, veía lo obligado que estaba a decir esas dos palabras.
Si el profesor era un ángel ni le miraba, pero si le tenía que preguntar solamente lo ignoraba hasta que era mandado a dirección.

- Auron... Vente con nosotros por favor - pidió Lolito antes de comer viendo como su amigo hacia lo mismo de siempre.

- Otro día Loli...- suspiró este cansado de decirle siempre lo mismo, que sabían los dos que no iba a cumplir.

Las comidas de Auron eran solitarias, todos sus amigos demonios tenían amigos ángeles, así que solo se sentaba en una mesa lejos de todo el mundo.

Cuando todos terminaron de comer caminó solitario por el pasillo. Oyendo los susurros de Reborn y Mara detrás suya, le echaban de menos, eso era lo que creía el demonio.

Hola papá.

Se había aficionado a hablar así con su padre, no molestaba a nadie y tampoco se podían enterar de sus conversaciones.

¿Qué te pasa ahora?

Auron soltó una risita, su padre siempre le había tratado como si fuese un amigo suyo, y eso le encantaba.

¿Le vas a hablar así a tu hijo que se cargó el palacio de Dios? Mal vamos...

Sí, el altar ya se está construyendo... Ahora dime qué coño quieres.

¿Me creerás?

Siempre.

Escuché una conversación del director, decía que iban a por nosotros, primero fue Sara, luego yo y después ya iría Mónica.

Auron te creo, te lo juro... Pero te va a empezar a doler la cabeza si seguimos hablando.

No importa, lo que te estoy diciendo es que si Sara sigue viva la tiene ellos.

No te voy a sacar de ese colegio, saben todo sobre nosotros y levantaría sospechas...

Lo sé... Tiene a Mónica vigilada veinticuatro horas al día.

Raúl.

Se paró al escuchar su nombre real, ya nadie lo llamaba así, pero volvió el sí cuando recordó el dolor de cabeza.

Lo que hiciste fue increíble... Cada vez estoy más seguro de que estás preparado para todo lo que te espera.

Gracias papá...


Sabía que su padre se iba a quedar igual que él cuando lo llamó Raúl, nunca solía llamarlo padre o incluso papá. Le dolía demasiado la cabeza y se tuvo que parar mientras se sujetaba en una pared.

Deja de hablar conmigo, no quiero que experimentes el dolor de quedarse sin fuerzas por esto.

Me da igual... Te prometo que encontraré a Sara...

𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 - 𝕽𝖊𝖇𝖔𝖗𝖓𝖕𝖑𝖆𝖞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora