Después de las nacionales, la familia de Miya Atsumu se derrumba tras el divorcio de sus padres. Su hermano Osamu se va con su padre, y él con su madre.
Pero nunca creyó que se acabarían mudando a la ciudad natal de su madre y que él entraría al Kar...
But you've got stars, they're in your eyes And I've got something missing tonight What a feeling to be a king beside you, somehow
What A Feeling - One Direction
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Nishinoya nunca creyó que cuando Hinata le dijo que le acompañase de vacaciones hasta que diese inicio el nuevo curso, se refería a esto.
—¡Noya-san! ¡Vayamos de vacaciones!
La alegre vocesita de Hinata le había infundado una ciega confianza de que esas vacaciones serian -de momento- las mejores de su vida. Por eso, con la misma alegría y entusiasmo le dijo un 'sí' confirmando su participación a unas inesperadas vacaciones.
Hizo su maleta con la mejor sonrisa que podía tener en esos momentos olvidando lo que había pasado con Asahi. Nunca se imaginó que le diría algo como aquello.
Metió ropa calentita, calcetines, ropa interior, el UNO o como a él le gustaba llamarle: el juego que rompe amistades; el cargador de su teléfono, condones aun siendo virgen físicamente... Siempre había que ir bien preparado.
Cuando Hinata llegó a su casa al día siguiente para irse juntos, su emoción crecía. El menor no le había querido decir a donde se iban y eso lo hacia más emocionante. Hablaron y hablaron y hablaron sin cansarse hasta que llegaron a la estación. La enorme sonrisa que tenia en los labios se borró de golpe al ver a Atsumu y Kageyama allí también. ¡Pensaba que era un viaje de senpai-kohai! Donde le haría preguntas subidas de tono al menor sobre que tan avanzada iba la relación de Atsumu y suya. Pero a leguas se veía claramente que a Atsumu no le hacia gracia que tanto Kageyama como él estuviesen allí. Sinceramente a él tampoco le hacia gracia y parecía que a Kageyama tampoco.
Su humor no mejoró cuando anunciaron que se irían a Hyogo. Aquello era más bien un viaje familiar o una escapada romántica que unas vacaciones. Durante su viaje hasta Tokio -porque no había un viaje directo hasta Hyogo por lo que tenían que hacer una pequeña escala en Tokio- Kageyama y él habían sido literalmente los malditos sujetavelas de ese viaje. Los asientos que tenían eran de cuatro, siendo Hinata y Atsumu en un lado y Kageyama y él en el otro quedando de frente. Ambos habían tenido que soportar los arrumacos, los besos, las palabras cursis... Bien, él había dicho que les juntaría, que seria su casamentero, su hada madrina, como lo queráis llamar; pero le habían entrado unas ganas inmensas de vomitar su desayuno.
No estaba bien comer delante de los pobres.
Osea, hello~ Tu supuesto ex-novio o lo que Kageyama fuese para Hinata, estaba delante tuyo y tu mientras le estabas metiendo la lengua a tu nuevo novio hasta la garganta. Además, él tampoco estaba de humor para ver muestras de amor después de eso.
Por eso, al cambiar de tren, Kageyama y él corrieron -literalmente- hacia asientos de dos y dejaron que la acaramelada parejita se quedase sola y juntita. Ninguno quería volver a pasar por sujetavelas.