Ayuda

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Cuando Jungkook llego al departamento tocó el timbre, y minutos después un chico de cabellos rubios bastante somnoliento abría la puerta.

— Oh, perdón ¿te desperté? — él castaño entraba a su hogar y cerraba la puerta para luego revolver los cabellos del chico.

— Si... yo.. sin querer me quede  dormido...

— Ah... no te preocupes ¿Yoongi ya se fue?

— Si...

— ¿Como... estaba él?— Él chico pregunto notando como el gitano se ponía incómodo de pronto.

— Jungkook... Cuando llegué... — Jimin no sabía si el pelinegro solía hacer cosas de ese tipo o si Jeon tenía idea de lo que le ocurría a éste — Cuando llegué él estaba colgando de la ventana..

— ¡¿QUE?! — El chico abrió los ojos a más no poder.

— Si... Yo cuando llegué... él... yo abrí la puerta y él estaba allí... — Apuntó a la ventana — Con más de la mitad del cuerpo colgando hacía afuera, y habia gente mirando preocupada de los otros edificios... entonces me acerqué a él despacio, porque tenía miedo de asustarlo y que cayera, y cuando estuve lo bastante cerca lo jale hacía dentro...

— Dios... — Jungkook escuchaba impactado la situación, se masajeaba el entrecejo con sus dedos, ese chico terminaría causándole un ataque a él — De verdad te agradezco lo que hiciste, quizá si no hubieras venido... ah.. no quiero ni pensar lo que pudo haber pasado...

— Él... ¿Está bien? — Jimin pregunto algo avergonzado pero con la preocupación en cada palabra — Él dijo que no planeaba lanzarse... Pero no parecía estar bien...

— Ay Jimin... Yoongi es todo un caso difícil de resolver.

— Siempre eh creído que las cosas pasan por algo... Y como ves, si no me hubieran golpeado, no me hubieras encontrado en esa banca y no me hubieras dado las llaves de acá y quizá... Ya sabes...

Si, era él destino.

— Bueno... Al menos no ocurrió algo terrible... — Tomo al chico por los hombros observando la ropa que vestía, sonrió por ello — Te queda muy grande mi ropa, ¿Quieres saber como está tu cachorro?

— Sí, porfavor.

Jungkook le dio un informé oral pero muy detallado sobre como se encontraba el canino, llegando a la conclusión de que en tres días estaría de vuelta ya con mejor salud. El rubio agradecía y cuando él futuro veterinario estuvo por hacerle una invitación el celular empezó a sonar.

— Ah, es Yoongi — Contestó — Si, ¿Ya sabes que tendremos que hablar seriamente, verdad? — Le hizo un gesto al chico con la mano para que esperará que terminara de hablar por teléfono — No, ¿Que?, Yoongi... Sí, bueno. No, se quedará conmigo está noche — Miro al vagabundo y le cerro un ojo — Nos vemos, adiós.

— ¿Que.... — Jimin iba a preguntar a que se refería cuando el chico pudo al fin ofrecer su invitación.

— ¿Quieres quedarte está noche aquí?

— Pero...

— El sofá es comodo, enserio, aunque no lo parezca — Le dio unas palmaditas a los almohadones de éste — Yoongi siempre que viene se duerme aquí y no se queja.

— No puedo aceptar más ayuda... no se como agraderte...

— No tienes que hacerlo, además  salvándole la vida a ese loco del mate creeme que hiciste más de lo que creés — Jimin quería seguir negándose a la invitación, pero antes de que pudiera decir algo Jungkook continuó — No, no me digas nada, a demás debes ponerte fuerte para cuando llegué el cachorro, ¿Curaste tus heridas?

— Si... Yoongi lo hizo... — Se sonrojo al recordar lo cerca que estuvieron el uno del otro.

— Ah bueno, algo bueno que haya hecho — Respondió notando él sonrojo del chico pero sin decir nada para no incomodarlo, continuó — Yo ahora debo ir a trabajar con ese imbecil ¿Quieres acompañarme? Solo es un turno de tres horas, puedes quedarte en las mesas jugando con mi celular.

— ¿Enserio puedo hacer eso?

— Si, vamos, no te preocupes.

Ambos chicos se abrigaron con prendas del castaño y salieron con un paraguas por si de casualidad la lluvia volvía. Charlaron de cosas sin importancia mientras iban camino a BangFood. Al llegar el pelinegro ya se encontraba entregando pedidos y desde detras del mesón los saludo a ambos con un movimiento de cabeza.

— Mira allí en esa carpeta tengo muchos juegos, si tienes alguna duda te acercas a la caja y me preguntas — Jimin asintió y observó como su nuevo amigo se alejaba algo molesto con el pelinegro.

El castaño paso por él lado de Yoongi ignorandolo por completo, pero claro, no duraría mucho.

— Ya Jungkook, te dije que lo siento, no es lo que crees — El mayor lo seguía a todos lados mientras le pedía perdón — Solo se malinterpreto la situación ¿Cuantas veces debo decirlo?

— Muchas veces Min — Seguía molesto, pero ya no tanto para poder dirigirle la palabra — Creí que habíamos quedado bien anoche.

— Si, quedamos bien, solo fue una tontería lo de hoy... Estoy bien.

— Mírame Yoongi — le obedeció — Estuviste llorando.

— No — Sabía que no era una pregunts, pero debía intentarlo, ¿En qué momento ese mocoso lo comenzo a conocer tan bien?

— No te pregunté — Le Respondió — Sé que estuviste llorando ¿Es por el chico?¿Es por Jimin?

—¿Que?— Había escuchado perfectamente pero no quería admitirlo — No...¿Porqué lo dices?

— Porque te eh visto Yoongi — Miró al chico que estaba sentado en las mesas un tanto lejanas como parecia muy concentrado en él celular — Desde que ese chico apareció — Se acercó al mayor para que solo ellos escucharan lo que ib a decir — Has estado más... No sé... esas crisis an sido más frecuentes... y ahora lo de mi apartamento... No te está haciendo bien...

La verdad es que Yoongi siempre tuvo crisis así de frecuentes, unas veces mas seguidas que otras, que el castaño no lo supiera no significaba que sus crisis habían aumentado.

— Yo...

— Yoongi, te veo, a ambos. Se que te preocupas por él — Apuntó al chico con su pulgar — Y quieres ayudarlo, yo también quiero hacerlo, pero primero debés ayudarte a ti para prestarle ayuda.

Jungkook se giro y volvió a la caja. Seguía molesto y el mayor lo sabía, como sabía que siempre que era regañado por él menor éste la mayor de las veces tenía razón, en realidad, siempre tenía razón.

¿Como iba ayudar a aquel chico si el no podía repararse a si mismo?

Pero Yoongi no lo veía de esa manera, por ahora, el creía que mientras ignoraba sus problemas podía ir resolviendo los problemas del resto, cuál matemático resolviendo ecuaciones. Para él eran cosas totalmente distintas ayudar a Jimin y ayudarse a él.

Pero se equivocaba.

Porque no se puede dar algo que no se tiene.

El quería que el chico vagabundo sintiera amor por la vida, cuando él solo pensaba en la muerte, quería cuidarlo, cuando no podía mantenerse a salvo a si mismo, quería curar sus heridas, cuando las suyas lo estaban desangrando.

No, no puede.

Y algo en las palabras del chico de cabellos castaños hizo que en el pelinegro considerará mas a fondo la idea de buscar ayuda.

Buscar ayuda para sanarse.

Sanarse para ayudar al chico.

Ese chico vagabundo de pasado desconocido para Yoongi.

Cold Hands | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora