Cold Hands | YM

BangFood

Era Martes, de vuelta al trabajo.

Eran las tres de la tarde y Yoongi iba llegando al famoso local de comida rapida "BangFood" donde trabajaba gracias a su compañero de instituto, quién un día se acercó a él para prácticamente rogarle que aceptara el empleo, ya qué para Jungkook, él era el mas responsable de la clase y le agradaría trabajar con él y no con cualquier idiota.

A Yoongi le parecía agradable ese chico, se veía que era bastante inteligente y sospechaba que tenia bastante personalidad a pesar de ser muy callado.
Y claro, Yoongi no se equivocaba, en los tres meses que llevaba trabajando junto al castaño se dio cuenta que era el mejor negociando con los vendedores, y no se molestaba en dejar callados a los clientes que reclamaban por estupideces.

Para ser menor que Yoongi era muy maduro para su edad, actuaba como un completo adulto en ocasiones y eso le gustaba.

Exepto cuando iba ese chicos tambien castaño de piel canela.
Cuando él iba a comprar al lugar, su compañero parecía olvidarse hasta de su nombre.

— Deja de coquetear y apresurate, tienes una gran fila en la caja.

— No estoy coqueteando Yoongi hyung — Se volteo para seguir atendiendo al chico en la caja — Bien, Tenemos una caja de papas fritas, un helado de dos bolas, una sabor chocolate y una de vainilla, un refresco de sabor naranja y una porcion pequeña de nuggets, ¿Desea agregar algo más a su orden?

— Mmmmm, veamos... No.

— Serían $7.480, ¿Tú nombre?

— ¡Ya te sabes su nombre Jungkook, mejor pidele su telefono! — Grito Yoongi lo suficientemente alto para que ambos chicos se sonrojaran — ¡Y llamó el Jefe Seokjin para decir que debias recibir el pedido de refrescos y que llamaras a los vendedores de salsas y salchichas para agendar un pedido!

— Aaagh, siempre yo ¿No? — Rodeo los ojos — Perdona a mi compañero, ¿Tu nombre?

— Tae, Taehyung — El chico le respondio embobado y sonrojado.

— Gracias por tu compra Taehyung. Mi compañero te llamara para entregarte tu pedido.

El chico asintió y se retiro, sentandose en las cercanas sillas que se encontraban junto a las mesas para esperar por su pedido.

Por eso Yoongi odiaba estar en la caja y siempre cambiaba con Jungkook, debía hablar demasiado y la vergüenza se lo comia vivo.

El pedido del chico saldría en unos segundos, tomo la boleta verificando que todo estuviera en la bandeja que le entregaria al castaño y la volteo anotando el número de Jungkook en el trozo de pepel.

— ¡Taehyung! — Gritó Yoongi, sacando del transe que se encontraba el chico mientras observaba a su compañero — Aquí está su pedido, por el costado estan las salsas, gracias por preferirnos — El chico asintió y Yoongi lo sujeto de la muñeca — Toma tu boleta, me lo agradeceras luego — susurro ésto ultimo para que Jungkook no lo oyera.

— ¡Gracias! — Taehyung sonrió de oreja a oreja observando él número telefónico y de la emoción casi derrama los refrescos.

— idiota.. — Dijo Yoongi mientras se alejaba para preparar el próximo pedido.

Jungkook y aquel chico llevaban bastante tiempo con ese coqueteo indirecto, incluso el pelinegro llegaba a creer que el chico de sonrisa cuadrada compraba tales cantidades de comida solo para hablar mas tiempo con su compañero y estaba hasta la coronilla de que ninguno de los dos castaños diera el primer paso.

Idiotas.

Debían tomar el riesgo. El riesgo que el no corría.

Él día pasaba lento, quedaban cerca de 3 horas para que sus turnos acabaran y en 1 hora debía ir a botar las dos grandes bolsas de basura que se formaban diariamente con restos de comidas, envases, cartones y demás.