Oportunidad

362 59 10
                                    

Desde que Jimin y Jungkook habían dormido en la misma cama su relación había avanzado a grandes pasos, ahora eran realmente amigos, y Jimin ya no se sentía una molestia por alojar en el departamento del menor, y éste ya le confiaba hasta su vida al rubio.

— Te tengo buenas noticias — Jungkook estaba quitándose el abrigo luego de cerrar la puerta.

— ¿Para mi?

— Si — Se acercó — ¿Alguna vez viste a tu mamá cocinar algún tipo de pastel?

— Mmmm... Pocas veces ¿Por qué lo preguntas?

Jungkook y Yoongi ya estaban hasta la coronilla de que todo el mundo le cerrara la puerta en la cara a Jimin, sobre todo el pelinegro, que se pasaba noches enteras buscando en los periódicos y en la mañana siguiente haciendo llamadas.

— Maldita sea Jungkook, aún nada — Yoongi se acercó a la caja para charlar con su compañero — ¿Cómo le fue en la última entrevista?

— Ni lo menciones... Era prácticamente una estafa.

— ¿Como?

— Por suerte le pregunté dónde era la cita para la entrevista, el lugar era en la calle Rosselot.

— ¿¡La Rosselot!? Eso quiere decir qué...

— Si Yoongi, tú y yo sabemos bien que pasa en esa calle.

En la calle Rosselot, que más bien era un callejón sin salida donde se hallaban bares de mala muerte y uno que otro motel, era conocida por los trabajos de mala reputación que adquirían los jóvenes allí, si, Jimin probablemente en esa entrevista iba a conocer a su proxeneta.

— ¿Cómo dio con ese lugar?

— Siempre le dejó mi computadora para que busqué avisos en internet, pero ya le advertí luego de esto, que primero debe decirme a donde va... — Jungkook suspiró — Él solo quiere conseguir trabajo...

— ¿Quién quiere  conseguir trabajo?

Seokjin.

¿Porqué no pensaron en Seokjin?

— Un amigo nuestro...

— Que suerte, necesito personal — Dijo sonriendo — ¿Aprende tan rápido como ustedes dos?

— ¿Puedes contratarlo sin certificado de estudios? — Yoongi se adelanto antes de que ambos se hicieran iluciones.

— No fue eso lo que pregunté — Seokjin era dueño de BangFood, y tenía su propio reglamento y requisitos que debían cumplir sus trabajadores, mismos que él rompía cuando se le daba la gana — Si es joven, rápido en aprender y responsable, lo contrato aunque no tenga ni zapatos.

— Pero aquí tienes el personal suficiente.

— ¿Quién dijo que yo necesitaba personal aquí? Abriré una pastelería, está todo listo, solo necesito personal...

— Contrátalo — Jungkook interrumpió — No tiene nada de experiencia, pero no te defraudará.

Seokjin miro a ambos chicos con algo de duda.

— Bien. Dile que mañana venga a presentarse conmigo y así le explico de que se trata. — Dijo finamente y se marchó.

Jungkook y Yoongi quería gritar de felicidad, era fantástico que  Seokjin considerará  darle empleo a Jimin, era bastante estricto, pero ambos sabían que el rubio era muy ordenado y podría cumplir con lo que el jefe le exigiera.

— ¿Qué te parece la idea?

— Claro que acepto Jungkook — Jimin se sentía muy emocionado — Espero agradarle a Seokjin y que me dé el empleo...

— Claro que le agradaras, solo tienes que tratar de ser rápido y tomar atención en todo lo que te diga y te irá de lujo.

— Muchas gracias...

— Ah... Yoongi quería hablar contigo luego de que te diera la noticia — Le extendió el móvil— Está marcando.

— ¿Hola?

— Hola ¿Cómo estás? — Yoongi hablaba al otro lado de la línea con el corazón palpitando a toda velocidad por escuchar la voz del chico — ¿Kook ya te dio la noticia?

— Sí, estoy muy feliz, espero conseguir el empleo.

— Lo harás — Porque de lo contrarío Yoongi era capaz de encerrarse con Seokjin en la oficina para que éste le explicara detalladamente y con argumentos de porqué no había dado el empleo al chico.

— Gracias — Jimin jamás se cansaría de agradecer — A ambos — Miró a Jungkook quién lo observaba desde la cocina mientras se preparaba un sándwich.

— No tienes que agradecer...

— Yoongi... — Jimin camino hasta el sofá y se recostó en éste .

— ¿Sí?

— Te extraño — Trató de susurrar, para que el fisgón castaño no lo oyera, pero de todas formas lo hizo.

Hace unos días no veía al pelinegro y desde la noche en que durmieron en el sofá no habían tenido la oportunidad de pasar tiempo solos nuevamente, y para ser sincero lo quería, quería estar a solas con Yoongi, quería conocerlo más a fondo, quería que noches como esa se repitieran, porqué le interesaba, ése chico le interesaba.

— También te extraño Jimin — Se estaba infartando al otro lado de la línea por haber dicho aquellas palabras, entonces agregó rápidamente  — ¿A qué hora debes presentarte mañana?

— A las nueve de la mañana — Aunque el pelinegro lo había dicho muy rápido, él lo había escuchado, y ahora estaba sonriendo sintiendo su corazón revolotear en su pecho.

— Podría pasar por ti luego... y nosé... ¿Te gustaría que hiciéramos algo? Jungkook tiene clases por la tarde y...

— Si, si, si... Claro que me gustaría — Jungkook se había acercado al rubio que estaba sonrojado hasta las orejas.

— Bien, entonces nos vemos mañana.

— Si, Adiós...

— Todo saldrá  bien.

— Gracias — colgó y cerró los ojos entregándole el celular a Jungkook.

— ¿¡Escuché que tendrán una cita!?

— ¡No! — Se tapó el rostro con las manos — Él solo dijo que haríamos algo... nosé, pasar el rato...

— Mira Jimin, te explicaré, eso en el extraño lenguaje Min Yoongi, significa tener una cita — Revoloteo el pelo del chico — Uuuuuuuu.... Min Yoongi y Park Jimin tendran una cita...

— ¡Basta! No es cierto — Se reía junto al castaño.

Aunque la palabra "cita" no fue usada por el pelinegro, estaba muy feliz de que pasaría tiempo con él después de no verlo por algunos días. Ahora estaba el doble de emocionado por ambas noticias.

Por otro lado el corazón de Yoongi se había parado unos segundos cuando escuchó como el chico le decía "Te extraño" ¿Alguna vez se había sentido como se sentía en esos momentos por una persona? No, el no recordaba sentirse así por alguien en la pasado. Una que otra vez se le movieron las entrañas al estar con uno que otro chico pero para el fue algo insignificante y para nada comparado a lo que sentía en esos momentos. Se preguntaba de donde venían esas ganas de querer pasar más tiempo con el rubio de linda sonrisa y manos frías, porqué sentía curiosidad acerca de quién era, o lo que pasaba por su mente, porqué  de pronto sentía necesidad de conocerlo ¿Qué le estaba ocurriendo? Para él, el amor no era algo importante o fundamental en su vida, nunca le llamarón la atención las relaciones amorosas, estar con alguien por el resto de la vida y esas cursilerías, a él, jamás le interesaron. 

Pero quizá esta vez era diferente. 

Se sentía bien, realmente se sentía bien.

Cold Hands | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora