Cementerio

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Al llegar a la casa Yoongi se encargo de que Jimin se sintiera lo mas cómodo y en casa posible, dio su mejor esfuerzo para que el chico dejara de lado esta tristeza que cargaba.

Aun cuando para él también estaba siendo difícil.

Porque al día siguiente se cumplía otro año.

Otro año de su muerte.

Otro año sin ellos.

Aun que la muerte de sus padres no fuese algo que no haya podido superar, los extrañaba, realmente los extrañaba, aunque no hubiesen sido los mejores padres del mundo, él los extrañaba y esas fechas que se llevaban por una distancia de tan solo semanas le dolía recordar lo enfermos que estaban ambos en sus últimos días.

— Sé que hay algo distinto en ti hijo... Sé que jamás has tenido una pareja, casi ni tienes amigos... Y... se que a veces algo ocurre contigo y jamás lo eh entendido... — La mujer recostada sobre su cama tomaba la mano de su hijo, hablando con algo de lastima por él. Ella sabia que cuando su alma abandonara su cuerpo, ese muchacho de cabellos negros quedaría solo, solo en ese mundo — Realmente... Me gustaría que seas feliz en el futuro, que encuentres a alguien... Alguien que alegra tus días...

— Mamá... — El chico tomaba su mano, con lagrimas en los ojos.

— Escucha hijo... Yo amaba a tu padre... Pero él...Él no era esa persona especial para mi...

— ¿Qué? — No entendía a que se refería su madre.

— Antes de que conociera a tu padre, yo conocí a un hombre, él era mi persona especial... Pero nos dejamos ir — Con la poca fuerza que la mujer poseía se encargo de apretar el agarre en las manos de ambos — Cuando encuentres a esa persona... No le dejes ir... Porque... Jamás volverás a ser él mismo cuando se marche...

— ¿Cómo sabré que...?

— Lo sabrás hijo... Lo sabrás... Puede que no sea una persona con la cual vayas a tener algo romántico, puedes ser incluso una amistad... Pero sabrás que esa persona es especial en tu vida...

— Mamá... 

— Prométeme que no dejaras ir a esa persona... — Su madre cerraba poco a poco sus ojos.

— Lo prometo — La mujer había dejado de respirar, soltando la mano de su hijo — ¿Mamá...?

El doctor que se encontraba en la puerta de la habitación se acerco a Yoongi.

— Chico... Ya se ha ido... Lo siento...

Soltó algunas lagrimas sobre la mujer para luego retirarse de la habitación.

Siempre que estaba con Jungkook pensaba en lo que decía su madre, ese chico era realmente importante para el, y quizá, solo quizá, él era aquella persona especial de la que hablaba su madre, porque la mujer de cabello encanecido había dicho que esa persona podría presentarse como amistad, entonces para Yoongi, el castaño encajaba en el perfil, aunque realmente era su único amigo.

Eso era hasta que conoció a Jimin.

Eso era hasta el día en que se encontraron a sus padres en el parque.

Donde sintió estar conectado al rubio cuando visualizo a su familia, porque realmente podría jurar que sintió cada sentimiento que Jimin estaba sintiendo en ese momento.

Podría jurar que en ese momento eran uno solo.

Había sido algo bastante extraño, como un tipo de conexión que jamás había sentido antes, era algo realmente extraño, sentía que como el gitano que tomaba de su mano estaba pasando por algo realmente terrible, sentía algo en su pecho, algo dentro de el que a medida que se rompía Jimin, se rompía el también. No sabía si aquel chico había sentido antes algo así por el, y no tenia la intención de preguntárselo en ese estado, donde aun estaba deprimido.

Cold Hands | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora