Martes

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Al llegar al hogar cada uno se fue a su habitación.

No terminaron lo que habían empezado.

Yoongi tan solo en pensar en aquel chico de rodillas frente a el, con sus pantalones abajo y sus manos en sus rubios cabellos, se le erizaba la piel. Jimin cambiaba por completo tu semblante adorable e inocente en algunas ocasiones, y eso al pelinegro le ponía demasiado mal, esos ojos brillantes del menor de pronto se convertían en una mirada acechadora, seductora, era como si tuviera frente a el a otra persona.

Min Yoongi realmente quería estar con Park Jimin en la cama y no para dormir.

Pero no podía, por que sus inseguridades se lo impedían, porque si fuese otra persona que viese sus cicatrices como siempre lo hacían, luego jamás volvería a verles, jamás volvería a hablarles, porque solo eran encuentros de una noche, con personas que no quería, con personas que no le importaban, y Park Jimin era todo eso para él, era a quien quería, Quien le importaba y de la única persona que se había enamorado en toda su vida.

Por eso cuando se preguntó si debía ir al cuarto del menor la respuesta fue no. Por que quería hacer las cosas bien, quería tener intimidad con ese chico y pasar al siguiente nivel cuando al menos tuviera el valor de pedirle ser su novio.

Ese otro tema.

Tantos meses junto al gitano y tenia pavor de pedirle formalizar la relación.

Sentía que aquella etiqueta de "Novios" le asfixiaba.

Aunque por mucho que quisiera correr a la habitación de enfrente, mientras se sacaba la ropa en el camino para abalanzarse sobre Jimin y hacerle olvidar hasta el nombre, no lo haría, no, no hasta que fuesen novios.

Por otro lado Jimin, a quien no le faltaban ni ganas ni valor, estaba sobre la cama, algo mareado, preguntándose porque diablos Min Yoongi tardaba tanto en actuar. Él era quien le siempre le lanzaba indirectas para demostrarle que estaba listo y dispuesto para avanzar, pero el mayor parecía no querer hacerlo y el no era nadie para insistirle, o invadir aquel espacio que ya tenia un poco invadido.

Claro que se avergonzaba de recordar lo que ocurrió en el callejón, esa forma de actuar no era muy propia de el, pero a veces no podía controlar esos impulsos que nacían cuando estaba con el pelinegro. 

A veces realmente sentía que podía correrse con escuchar esa grave voz que tenia por las mañanas.

Si tan solo hubiese sido mas rápido, si tan solo hubiera podido bajar sus pantalones antes de escuchar aquellos gritos, si tan solo...

Tin, tin, tin.

Era su móvil.

Un mensaje de Yoongi.

¿Estas despierto?

Quería decirte que me divertí mucho hoy contigo.

Yo también me divertí Yoonie.

Eres una persona increíble, Buenas noches Jiminie.

Buenas noches, te quiero.

Bloqueó la pantalla del móvil con una sonrisa, acomodándose entre las sabanas para poder dormir.

























Martes, primer día de aquel lindo proyecto de caridad.

El lugar era un caos, nuevo horario, nuevos precios, muchos clientes y todos con la intención de ayudar.

Cold Hands | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora