Falling

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Desde aquel primer beso que Jimin dejo en los belfos del mayor, no hubo mas que eso, y para ser sincero se sentía algo decepcionado. 

Creía haberle dejado las cosas claras a Yoongi, pero al parecer no fue así.

Habían pasado algunos días luego de aquella noche y si bien mantenían el contacto por mensajes de texto y llamadas, la relación seguía en el mismo curso, Min Yoongi preocupándose en exceso, tratándolo como un niño y Park Jimin deseando ser visto como algo mas que un hermano menor para el mayor.

Agradecía estar en la cocina ese día y no en la caja o entregando pedidos, por alguna razón cocinar hacia que se desestresara, y realmente no se encontraba de buen humor para lidiar con clientes.

— ¿Qué ocurre Park Jimin? Ne noto algo ¿Enfadado? — Taemin interrumpió sus pensamientos al entrar a la cocina — Ven a contarnos que ocurre, es nuestra hora de colación.

Jimin suspiro y fue a lavarse las manos para luego sacarse el delantal que llevaba.

— Entonces dices que Yoongi sigue sin atreverse a siquiera darte un beso — Lisa hablaba con la boca llena luego de escuchar el relato de Jimin — Por cierto, esta tarta de manzana te quedo exquisita.

— ¿Hablamos de Yoongo-bongo?¿Del mensaje que me enviaste por error? — Taemin hizo memoria del vergonzoso suceso.

— Ni me lo recuerdes — Jimin apoyaba su cabeza en su mano mientas jugueteaba con la tarta de queso que había troceado pero que no planeaba comerse — Pero si, es ese mismo.

— Yo creo que él te ve como alguien vulnerable, digo, ya sebes, por haber vivido en la calle y eso, sabe que has recibido mucho daño y el no quiere causarte más... — Añadió la pelinegra — Yo creo que deberías mostrarle lo rudo que puedes llegar a ser. Apuesto que quedaría tan impresionado como nosotros cuando te vimos sacar las garras la primera vez, tal vez así  dejaría de verte como a alguien  tan inocente. 

La chica apretó una de las mejillas de Jimin haciendo que este sonriera.

— Lisa tiene razón, deberías ponerte salvaje, hacerte esa mirada que le lanzaste al tipo en el club y lanzarte sobre el para llenarlo de besos y algo mas...— Taemin arrugo su nariz al gruñir imitando a un felino.

Si, quizá los chicos tenían razón, debía demostrarle al pelinegro que era capaz de ser una bestia si se lo proponía. 

De vuelta en la cocina estaba un poco mas tranquilo, hablar con sus  compañeros de trabajo hizo que ya no se sintiera tan molesto y llegaran grandes ideas a su cabeza.

Concentrado en la crema de vainilla que estaba batiendo, no notó que Taemin y Lisa habían llegado a la cocina muy apurados y con cara de espanto.

— ¡Hay un chico con cara de asesino allí afuera! — Habló la chica.

— ¡Y esta preguntando por ti! — Siguió el chico.

No necesitó mas información, definitivamente hablaban de Yoongi ¿Qué hacia Yoongi allí?

— Seguramente es Yoongi...

— ¿Yoongi? Ese día que lo vimos junto al otro chico no se veía tan...

— Serio. Si, lo mismo pensé, pero estábamos bastante lejos Lisa, a demás era de noche — Dijo Taemin.

Dejo a ambos chicos allí, hablando solos, para dirigirse al mostrador donde pudo ver a Yoongi viendo unas de las galletas que el mismo había horneado.

— Yoongi ¿Qué haces aquí?

— Hola... No sabia que estabas en la cocina... Quería darte una sorpresa — Le sonrió — ¿Tu las hiciste? — Señalo las galletas.

Cold Hands | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora