Mi corazón no paraba de latir inquietamente en mi pecho, latía tan fuerte que lo único que escuchaba era el fuerte latir de mi corazón martillar sin control. Mis ojos vidriosos viajaban por todo el lugar y mis pies no paraban de moverse en busca de la habitación donde quería llegar, pero a la vez no.
Y al ver esa puerta, la abrí sin vacilar encontrándome a esa hermosa mujer con gruesas lagrimas en sus ojos mientras era abrazado con fuerza por su marido que intentaba ser el fuerte, conteniendo las lagrimas.
Mi mirada bajó en cámara lenta desde la pareja a la cama donde esa hermosa chica que se había robado pedazo por pedazo por años todo mi corazón yacía. Un grito de dolor se ahogó en mi garganta y las primeras lagrimas de dolor salieron de mis ojos.
Corrí sin pensarlo dos veces a ese pequeño y menudos cuerpo que se veía más frío que nunca.
— Hey, hey, hey, preciosa — murmuré con desesperación tomando el rostro de la chica entre mis manos. Sus mejillas estaban congeladas — Abre tus ojos ¿si? Muestras me tus hermosos ojos, sonríe para mi — insistí acariciando su piel con mis pulgares — Vamos, por favor.
— Joshua... — me llamó la suave voz de la joven tía de mi chica.
Si, ella era, es y será mi chica, siempre.
Trago saliva apretando los dientes para que los sollozos de dolor no salieran de mis cuerdas vocales. Tomo la mano de Kara, estaba incluso más fría que su rostro, y la llevé a mi pecho.
— Cariño, siente el palpitar de mi corazón, el tuyo tiene que latir igual, vamos, por favor, amor — insisto otra vez desesperado.
Ya no vería más sus hermosos ojos o esas sonrisas llenas de alegría, no volvería a escuchar sus risas o cómo su pecho subía y bajaba al respirar con tranquilidad por la mañana.
— Josh, basta — aulló en un hilo de voz la tía de Kara, pero no me importó.
No me importaba ya nada.
— Te amo, te amo, Kara. Te amo con todo mi corazón — hablo con dolor bajando mi cabeza apretando los ojos dejando salir las lagrimas con fluidez. Nunca había sentido tanto dolor como ahora — Y nunca lo sabrás...
— Ella lo sabe, Joshua — habló este vez el tío de la chica con voz ronca colocando su mano en mi hombro — Ella sabe que la amas.
— ¡No, no lo sabe! — grité de vuelta, molesto, no con él, no con ella, con la situación. Molesto de perder lo único que me importaba en este mundo — Nunca se lo dije, nunca le dije que la amo desde ese día... El baile escolar — confesé para ahora volver mi vista al pálido rostro de la chica para dirigirme a ella — Fuiste la primera chica con la que baile, la única que me notó y nunca te pude decir lo que sentía. Abre tus ojos preciosa, vamos, quiero que me escuches.
— Joshua — la voz de mi madre se escuchó a mis espaldas. Solté un chillido y la miré con las lagrimas corriendo por mis mejillas, ella corrió a mi con sus ojos vidriosos. Pero la rechacé volviendo a mirar a la mujer que amaba más pálida que nunca con sus abultados labios colocándose azules.
La atraje hacia mi, me aferré al pesado cuerpo como si mi vida dependiera de ello, con la idea perturbadora que me seguiría todos los días de mi vida. No le había dicho que la amaba, que ella era mi vida y mi casa, mi calidez y felicidad, ella era mi todo.
Ella era mi todo y ahora era mi nada.
Sofiadaaholland
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ONE SHOTS, Joshua Bassett
FanfictionHistorias cortas con Joshua Bassett y su personaje de Ricky Bowen en HSMTMTS. [Joshua Bassett] [Ricky Bowen] [Sofiadaa2021] [Female Reader]