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Mis pies no daban más y mis brazos tiritaban sosteniendo dos bandejas con 8 cafés cada uno, bajo mis ojos habían unas profundas bolsas color violeta oscuro.
Mi mirada cansada y un poco irritada miraba fijamente el camino buscando el salón donde estaban grabando hoy. Apenas cruzar la gran puerta del gimnasio camine a paso rápido hacia mis jefes quienes esperaban impacientes sus cafés.
— Permiso, aquí están sus cafés — pose los cafés sobre una mesa para ver cómo se acercaban a recogerlos.
— Gracias Emily, puedes retirarte — asentí cortésmente con la cabeza y camine con lentitud fuera del lugar de grabación.
Mi mente se encontraba perdida pensando en solamente llegar al trailer para tirarme sobre la suave cama de suaves almohadas donde caería en coma.
Mis pies se guiaron solos para llegar al lugar donde abrí con pereza la puerta y cerrarla con torpeza con mi vista fija en la apetecible cama, mis ojos se entrecerraron.
Quite los incomoda zapatos de tacón seguido de mi blusa y mis pantalones para tirarme de cara en la cama, cerrando los ojos sintiendo la comodidad de la cama.
Iba a caer en el dulce sueño cuando la puerta a mis espaldas se abre sonoramente, me queje y me giré mirando al castaño entrando por la puerta.
— ¿Ibas a dormir? — preguntó suavemente Joshua quitándose su camisa.
— Oh no, no me digas — sarcástica lo mire con mi ceño fruncido.
— Pues ya termine y dormiré junto a mi cansada novia — se quito el pantalón y se acercó a mi tomándome en sus brazos para acomodarme mejor dejándome bajo las cobijas — fue un día muy pesado.
— Demasiado — gruñí y me acomodé más a su lado para sentir como mi novio se acomodaba.
— Ven — me atrajo a él posándome sobre el, mi cabeza en su pecho y sus brazos abrazando con fuerza mi cuerpo semidesnudo — perdón.
— ¿Porque te disculpas? — pregunte suave aspirando su dulce aroma.
— Porque yo te traje aquí y estás trabajando demasiado para quedarte.
— Josh, yo decidí venir y ayudar en las grabaciones, mi papá también quería, ya sabes, es un sobre protector.
— Si Tim es un padre demasiado estricto y por eso mismo se enojara cuando se entere que estás aquí y no en tu trailer.
— Tu cama es más cómoda, al igual que tú — restregué mi nariz en su suave pecho — ahora a dormir porque estoy muuuy cansada.
— Te amo.
Entonces tras escuchar las suaves palabras de Josh quede profundamente dormida en los brazos de mi dulce novio.
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