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Mi pierna tiritaba nerviosa mientras miraba a mi superior beber de su café con tranquilidad observando todo a su alrededor mientras tenía una caja de donas en su regazo.
Era mi primer día de calle, mi primer día trabajando, bueno, haciendo pasantía en la comisaría de la ciudad, porque aún seguía en la academia, pero estaba feliz y emocionada.
Sonreí observando a mi alrededor en busca de alguna irregularidad, pero nada, Salt Lake era una ciudad realmente tranquila y eso me frustraba bastante, pero no perdía la esperanza.
Entonces algo llama mi atención rápidamente, una grupo de chicos de apariencia de adolescentes estaban mirando todo su alrededor y su celular seguidas veces, parecían perdidos. Una chica, la más alta de todas ellas miro hacia la patrulla donde estaba empezando a hablar su grupo donde se formó una discusión, sonreí enternecida al ver cómo empujaban a un delgado castaño de cabellos rizados hacia nosotros. Para no hacerle más difícil la tarea, que claramente era pedir indicaciones, me baje del auto con mis lentes oscuros sobre mis ojos mientras quitaba mi gorra tirándola en la parte trasera del carro y me apoye en el costado del auto.
— Ho... Hola... Yo, eehhhh, le tengo una consulta.
Sonreí enternecida enderezándome para caminar a él quitándome los lentes guardándolos en el bolsillo de mi blusa color caqui.
— Dígame.
— Ehhh, quería saber, mmmm ¿donde esta una tienda, llamada "Blues"? — frunció su ceño tiernamente haciendo que soltara una pequeña risita.
— Avanzando por esta calle — apunte hacia detrás de él dando un paso adelante — caminas unas tres cuadras más doblando a la derecha.
— Oh, gracias, muchas gracias ¿Oficial Schus....
Negué rápida con una sonrisa burlona — Alice.
— Yo, yo soy Joshua — trago saliva nerviosamente levantando su mano temblorosa, sonreí enternecida chillando internamente con ganas de apretar sus cachetes.
Acepté su mano con gusto sintiendo su calidez inundarme desde el brazo a todo el cuerpo como un escalofrío — mucho gusto, joven.
