Con el monótono sonido de las risas, conversaciones y gritos alrededor de todo el pasillo me paré frente a mi casillero abriéndolo tras ingresar la clave cuidadosamente. Abrí mi mochila metiendo con desdén los libros en la cavidad de metal con una mueca en mi boca permanentemente.
— ¡Julie!
Suspiré cansada, cerré mis ojos y los abrí al saber que ese lindo castaño se acercaba a mi a pasó rápido. Cerré el casillero de un manotazo girándome a la dirección contraria de donde había provenido el grito y empecé a pasó largo y sin emoción.
Sentí una suba brisa al ya tener a Ricky a mi lado, no me giré, seguí mirado al frente solo con el objetivo de caminar con más rapidez y escapar de ese tierno y insistente castaño.
— No me ignores — susurró el chico.
El timbre que marcaba el inicio de la siguiente hora sonó y así con el pretexto de escapar con más rapidez subí la intensidad de mi caminata.
— Vamos, Julie, no me ignores.
Lo ignoré.
— Hey — alargó con insistencia.
Lo ignoré otra vez.
— Julie, no me ignores, vamos.
Y otra vez.
— Me estoy cansando, vamos aunque sea mírame.
Y otra vez.
— Vamos, preciosa. Solo habla conmigo.
Bufé molesta avanzando con más rapidez hasta al fin llegar a mi salón donde abrí la puerta sin mirar atrás, pero fruncí mi ceño confundida al ver el lugar completamente desolado. Entré en el salón dejando mi mochila en la primera silla que encontré.
— ¿Donde diablos están todos? — murmuré preguntándome a mi misma que estaba pasando.
La puerta a mi espalda se cerró, giré mi cabeza como búho observando allí parado a un lado de la extensión de madera y los brazos cruzados al insistente castaño que no paraba de intentar de llamar mi atención toda la semana sin parar.
— Ya no puedes ignorarme.
— Claro que puedo — le respondí al fin con un tono molesto, giré con gracia mi cabello sentándome a un lado de mi mochila observando hacia donde debería estar el maestro de música, el piano.
— No, no puedes.
Lo ignoré.
— Vamos, Julie, no puedes estar enojada por siempre.
Escuché cómo caminaba a mi, supuse que tiro su mochila sobre una silla por el sonido que provoco. Segundos después sentí cómo se sentaba en la silla a mi lado, pero yo no cedería, ni siquiera lo volteé a ver solo bajé la mirada a mis tacones que empecé a mover impacientemente.
— Ni siquiera se porqué me ignoras.
— Que irónico que lo digas, Ricky. Porque ambos sabemos muy bien el porqué te ignoro.
— Y los dos sabemos que no era mi intención llegar tarde.
— ¿Entonces con eso quieres que te perdone? No te has dignado a decir un perdón, Ricky. Me dejaste plantada en uno de los días más importantes para mi.
— Tú sabes que lo siento, Julie. El auto...
Rodeé los ojos para soltar una risa sarcástica — Claro... El auto ¿Así se dice ahora "Nini"?
— No llegue tarde por ella, te lo prometo.
— ¿Cuantas veces haz roto tus promesas? No las puedo contar ni con los dedos, Ricky. Me decepcionaste — negué con pena levantándome del asiento sintiendo como mi pecho se apretaba dejándome casi sin aliento.
— Tenía que hacer otra cosa, pero te juro que no fue por ella.
— ¿Ah, si? ¿Y porqué fue? ¿Porqué llegaste tarde a mi presentación?
Ricky suspiró sacando algo de su bolsillo delantero — Por esto — abrió la mano dejando caer un colgante que estaba afirmado por dos de sus dedos en el aire colgando frente a mi cara.
Abrí mi boca sin saber que decir observando esa medalla que juré nunca volver a ver. Alcé mi mano temblorosa tomando ese colgante entre mis manos alucinando con tan solo verlo. Sonreí inconscientemente.
— La medalla de honor de mi padre
— Siempre recuerdo lo triste que te había visto ese día que me dijiste que la habías empellado, esa vez cuando tuviste problemas económicos con tu mamá.
— Hace tiempo la eh estado buscando.
— Lo sé, estuve buscando por semanas.
— ¿Lo hiciste por mi?
— Todo por mi mejor ami... — subí mi mirada vidriosa a su rostro con una alargada sonrisa, la cuál deshice al ver cómo Ricky detenía sus palabras analizándome el rostro —... ga.
El silencio nos inundó, el castaño no paraba de mirarme con el semblante neutro, casi ido mientras que yo lo observaba confundida, ladeé mi cabeza buscando algún tipo de reacción de su parte, pero nada.
— ¿Ricky?
Y en menos de un pestañeo Ricky reaccionó sonriendo, se acercó más a mi y sin que yo pudiera adivinarlo antes me tomó de la nuca atrayendo mi rostro al suyo. Nuestros labios chocaron cortamente, nuestras narices se rozaban y sentía la respiración pesada del chico sobre mi rostro.
Tragué saliva nerviosa mirando a los ojos que se encontraban cerrados del chico.
Y pasó, me atrajo más a su rostro fundiendo sus labios en los míos, lo cual fue sorpréndete al principio, por el cual no correspondí, pero al sentir esa gran calidez que se esparcía por mi cuerpo al sentir sus manos en mi cintura, cedí cerrando mis ojos disfrutando del beso que me regalaba el chico. Llevé mis manos a su rostro.
Ya no lo ignoraría, no después de tremendo beso.
Pd: Si conseguimos 20 votos antes que termine el día subo otro capítulo.
Sofiadaaholland
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ONE SHOTS, Joshua Bassett
Fiksi PenggemarHistorias cortas con Joshua Bassett y su personaje de Ricky Bowen en HSMTMTS. [Joshua Bassett] [Ricky Bowen] [Sofiadaa2021] [Female Reader]