33. Ricky || Mutual

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Sorbí mi nariz entristecida observando el oscuro techo sobre mi, sintiendo como mi corazón estupido dolía más que mil demonios, se enamoró de la persona equivocada y yo no podía hacerlo cambiar de opinión ni a golpes

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Sorbí mi nariz entristecida observando el oscuro techo sobre mi, sintiendo como mi corazón estupido dolía más que mil demonios, se enamoró de la persona equivocada y yo no podía hacerlo cambiar de opinión ni a golpes.

Pero mi cerebro con sentido común tomaría el mando, ya no dejaría que jugara, ya no más juegos.

Me senté de un salto al escuchar un fuerte portazo por todo el auditorio, asustada por el fuerte ruido guié mi mirada por todo el lugar hasta la puerta de mi derecha donde yacía un serio castaño de cabellos ondulados y cómo siempre con su mochila. Se acercó a mi a paso lento hasta lanzar su mochila a algún lugar del escenario donde yo estaba sentada para sentarse junto a mi recostándose cómo estaba yo minutos antes cerrando los ojos.

— Odio a EJ — comentó con un tono cansado haciendo que rodara mis ojos.

— Pues yo odio todo — al escuchar mis palabras el entrecejo del chico se frunció sentándose rápidamente mirándome con una signo de interrogante en sus cejas.

— ¿Incluso a mi?

— Incluso a ti — suspire enojada levantándome del lugar, no podía creer que no notara mi molestia, claro cómo estaba tan pendiente de su exnovia en todo momento.

— Hey ¿que te pasa? — se levantó también enfrentándome cara a cara con su ceño fruncido confundido por mi actitud.

— Tu sabes lo que me pasa — me crucé de brazos con un signo de molestia evidente en mi rostro.

Suspiro cansado pasando su mano por su rostro y cabello — no me digas que es otro ataque de celos, ya hablamos de eso, Laura.

— Es que tú siempre me das las razones, Ricky ¿que quieres que piense? ¿que odias a EJ por ser guapo y amable? lo odias porque volvió con Nini — lo ataqué con la pura y santa verdad. Todos lo notaban, todos menos yo hasta hace pocos momentos.

— Laura, sabes que te...

— ¿Que me quieres? — pregunte sarcásticamente soltando una pequeña risita para morse mi labio con mis ojos vidriosos — no me amas y yo no quiero la mitad de ti.

La cara de Ricky cayó con pena evidente lamiendo su labio con nerviosismo un hábito que había adquirido hace poco, exactamente desde que empezamos a salir — Laura, yo...

— Te quiero cerca de mi, pero cuando estas conmigo es dificil saber que quieres — mi voz se volvió más baja acariciando mis propios brazos en busca de fuerza — primero dices que quieres todo de mi, después no es lo mismo.

— Te quiero a ti, eso es claro para mi — se acercó un paso hacia mi, pero yo retrocedí el doble alejándome de él, intentado alejar mis sentimiento, pero eso era imposible.

Mire hacia otro lado sintiendo mi corazón apretarse con intensidad intentando contener el sollozo que tanto quería salir de mis cuerdas vocales — me aceptaron en Stanford, tengo que ir a mis pruebas y mi ingreso de práctica — murmuré mordiendo mi labio y cerrando mis ojos levemente.

Si, estaba escapando, de él y el sufrimiento innecesario.

— ¿Te irás? — preguntó en un hilo de voz, me giré a verlo con sus labios entre abiertos y su nariz arrugada. Oh, como me gustaba — ¿cuando?

— Mañana.

— ¿Pero porque no me dijiste antes? eres mi novia — replicó el chico con la voz ronca.

— Porque no me iba a ir, por ti, pero ahora es diferente, abrí mis ojos — hablé con ironía soltando una pequeña risita.

Estaba enloqueciendo.

— Laura, no es lo que piensas ¿si? no te puedes ir a si como si...

— Necesito... — murmure interrumpiéndolo para sorber mi nariz al sentir los mocos salir cómo las lágrimas que también querían salir — saber si esto es mutuo antes de irme. Necesito saber si tú me amas, porque si me lo dices, no me iré.

El chico miro sus pies jadeando cortamente levantando la mirada — no te tienes que ir.

— No quiero irme, pero la mitad de ti no es suficiente para mi — negué con la cabeza tragando saliva con pena — se honesto ¿esto es un juego? — pregunté en un hilo de voz sintiendo el nudo en la garganta terriblemente molesto.

— No, no lo es — negó rápidamente acercándose a mi a paso rápido, esta vez no retrocedí — yo, ahhh, Laura, yo... — titubeó con nerviosismo y un poco de frustración en la voz.

No lo poda decir porque no lo sentía, él no me amaba.

Negué con pena mordiendo mi labio ahora dejando caer la primera lagrima — no es mutuo, lo entiendo — limpié la lágrima con fuerza, girándome con la poca dignidad que me quedaba con el corazón por el piso y las lágrimas saliendo como locas al avanzar los primeros pasos a la escalera para bajar del escenario. Camine hasta la puerta con la cara empapada de agua salada y mi nariz probablemente más roja que un Rodolfo el reno por el llanto, conteniendo los sollozos con mi mano en la boca.

— ¡Laura! — grito Ricky a mis espaldas, apreté mis ojos con fuerza sintiendo que era la última vez que escucharía la voz mas linda del universo, para mi, Ricky era lo mejor que se pudo haber creado, estaba completa y perdidamente enamorada de él.

Nuestro amor no era mutuo, es, era y será unilateral.

Nuestro amor no era mutuo, es, era y será unilateral

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Sofiadaaholland

ONE SHOTS, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora