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Me encontraba recostada sobre el largo sofá color negro, cansada con la vida, el amor, con todo lo que me rodeaba y con la estupida tarde que parecía no tener fin.
Suspire y me removí en el sofá hasta quedar con la cara completamente aplastada contra el almohadón del sofá con mi nariz en totalidad irritada por tanto que había llorado en el día por culpa de mi "amigo".
Hoy había visto más de lo que quería al lindo castaño que no podía borrar de mi vida y menos de mi corazón. Este como siempre intento hablar conmigo, pero yo como siempre lo ignoraba y intentaba escapar de la situación diciendo que tenía que ir con ahora, mi nuevo novio, si, había empezado una relación con un chico para lograr borrar a Joshua Bassett, pero por lo visto, eso era imposible.
El sonido de la puerta ser tocado con insistencia hizo que saltara levemente del susto en el sofá, fruncí mi ceño revisando mi teléfono rápidamente viendo mi bandeja de mensajes completamente vacía, no podía ser Blake, el siempre avisaba cuando venia. Tire el móvil con resignación en el sofá individual para por fin levantarme del sofá a paso lento aun con el sonido de los nudillos golpeando la madera de la puerta.
— ¡Ya voy! — ruedo los ojos al sentir como no dejaba de tocar, molesta me coloqué las pantuflas en el camino a la puerta que abrí con fuerza — la puta madre ¿no te...
Mis palabras fueron interrumpidas drásticamente por un hombre de gran altura que no reconocí al instante porque había atacado mis labios con insistencia. Abrí mis ojos estupefacta al reconocer la persona que tomaba mi rostro entre sus rojizas manos y tenía los ojos cerrados mientras me besaba sin control.
Cerré mis ojos durante unos segundos disfrutando el beso, pero al darme cuenta de lo que estaba cometiendo empuje el pecho fuerte de chico de lindos ojos separándolo de mi con fuerza — ¿que mierda, Joshua?
— Hago lo que siempre eh querido hacer — tomo nuevamente mi rostro entre sus manos atrayéndome nuevamente a un beso que no tuvo mucho tiempo ya que nuevamente lo separé.
— Joshua, basta — susurré sintiendo mis ojos picar — basta de jugar con mis sentimientos, no aguanto el dolor...
— Pero yo nunca eh jugado, Di.
— Ah ¿si? ¿por eso me dices que estás completa y perdidamente enamorado de Olivia, y... — río cansada y me giró entrando en el departamento nuevamente escuchando cómo la puerta era cerrada — después vienes aquí y me besas ¿crees que eso no es un juego, Bassett?
— No lo es, porque lo que siento por ti nunca a sido un juego y enterarme que tienes un novio, me saco de mis estribos — escuche su tono molesto a mis espaldas haciendo que frunciera mi ceño.
— ¿Que quieres decir? — pregunté confundida girándome a él.
— Yo no siempre te digo la verdad ¿okey? yo... te mentí.
— ¿En que me mentiste? — pregunté cruzándome de brazos.
— Diciéndote que me gustaba Liv.
— ¿Mentiste? — abrí levemente mi boca intentando analizar lo que acababa de pasar.
¿Había llorado por días por nada? maldito hijo de su hermosa madre.
— Si, como un cobarde porque no podía simplemente decirle a mi mejor amiga de la vida que estaba a sus pies sin que ella se alejara de mi por no sentir lo mismo — estupefacta deshice el nudo de mis brazos dejando caer mis brazos pesadamente a los lados — pero me cansé, me canse de pretender ¿okey? — confesó alzando sus brazos mientras miraba a mis ojos con los ojos levemente brillantes — explote al enterrarme que estaba saliendo con ese idiota de Blake.
— Blake no es un idiota — es lo único que pude decir en el momento.
Me sentía aturdida como si me hubiesen golpeado en el rostro sin aviso y me hayan robado algo.
En este caso, mi cordura.
— Tu... Tu... Tu — tartamudeó para empezar a divagar buscando palabras para devolver la confesión, pero simplemente no podía.
— No digas nada — Joshua nuevamente se acercó a mi rápida y peligrosamente pasando sus brazos por mi cintura alzándome en el aire para pegar nuevamente sus labios al mío. Esta vez siendo correspondido con la misma intensidad y intención.
Creo que ahora si que ya no éramos amigos ¿no?
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