Aguantaba la respiración con una dificultad increíble, pero no me dejaría ganar, menos contra él.
Saque mi cabeza al llegar a la orilla de la picina, sacudo mi cabeza para pasar mi mano sobre mi mojado rostro y miro a la maestra frente a mi con el reloj en mano.
— Y gano Greenberg — sentenció la señora y grite de la alegría para luego salir de un salto rápido de la piscina.
— Te gane, Bowen — sonreí arrogante acercándome a paso decidido al castaño quien solo sonrió y asintió con la cabeza extendiéndome una toalla, fruncí mis cejas haciendo una mueca sospechosa mirando fijamente la toalla.
— Felicidades, Lisa.
Entre cierro los ojos y tomó la toalla cubriendo con ella mi cuerpo cubierto solo por mi bikini.
— Gracias... — susurro y escapó de allí rápidamente con mis mejillas sonrojadas, nerviosa por la sonrisa del chico.
Si, me gustaba mi enemigo mortal.
Ricky Bowen, mi enemigo desde primaria, la única razón por la que fingía odio y competevidad contra el chico era por lo nerviosa que me ponía, no sabía cómo reaccionar a cada palabra que me decía y soltaba cualquier cosa que formulara mi cabeza.
Nos declaramos "enemigos" desde que el chico arruinó mi tarjeta para el día de las madres cuánto íbamos en cuarto grado, desatando la guerra desde pequeños.
Molesta abrí fuertemente la puerta del baño masculino viendo cómo Ricky estaba abriendo su casillero con una toalla puesta en su cintura, el baño se encontraba vacío, solo estábamos él y yo.
El castaño se giró por el gran ruido que hice con la puerta al cerrarla con fuerza, me miro con una ceja alzada y yo molesta le tire el envase de shampo repleto de pintura que tenía firmemente afirmada en mi puño derecho.
El hijo de su mamá me hizo una broma.
— ¿Que te pasa loca? — se quejo Ricky tocándose la nariz porque allí fue donde cayó el envase.
— ¡Mira mi cabello idiota! — grité molesta con mi cabello rubio repleto de pintura color verde.
Ricky rió fuerte agarrando su estomago — la mejor broma de mundo.
— ¿Sabes que es una broma? tu nacimiento Bowen — me acerqué desafiante al chico con la pintura corriendo de mi pelo al cuerpo y la toalla.
— Oh — se toca el corazón con falsedad — me dolió mucho eso Greenberg — hablo con sarcasmo y una gran sonrisa.
— Te odio — acerqué mi cara a la del chico con los ojos echando llamas.
— Como digas — sonrió suave Ricky y se giró a su casillero.
— Ohhh, ya entendí, todas las bromas y que me molestes siempre — reí a sus espadas con una sonrisa de triunfo, sin poder controlar mis palabras, simplemente salían — te gusto ¿no es así, Bowen?
— No se de que me hablas loca — hablo suavemente Ricky sin verme atento a su casillero.
— Te gusto — me reí fuertemente para ocultar mis mejillas sonrojas y lo nerviosa que estaba, el castaño se quedó en silencio — bueno, tú no me gustas a mi, mmmmm Bowen tonto — hablé sin pensar, también me gustaba el chico, pero lo disfrazaba con odio interminable y bromas por no saber cómo expresarlo bien.
Mierda, cállate boca, por favor.
— Lo siento... — se disculpó el chico cerrando el casillero para caminar a las duchas.
Suspire al ver cómo el chico no me miraba y simplemente se empezaba a duchar — lo siento yo — hablé suave viendo cómo el castaño se giraba viendo solo su mirada por encima de la puerta de la ducha — tu también me gustas Ricky, no quería herirte, soy una mala persona, te herí sin razón.
— Estabas molesta porque arruine tu tarjeta — rió suave el castaño detrás de la ducha encendiendo el agua.
— No estaba molesta por la tonta tarjeta, es solo que, me gustas desde ahí y bueno, no soy muy buena socializando, no sabía como expresar que me gustabas, fui una tonta.
— Bueno, los dos somos unos tontos —se alzó un poco para ver su sonrisa.
Mi mirada no se quitaba de su hermosa sonrisa y sus labios, recordando que mi primer beso fue con él en un juego de niños pequeños cuando tenía 12 años, sonreí aún viéndolo fijamente con el cabello mojado y su sonrisa hermosa. Sin siquiera pensarlo me quite la toalla de encima quedando en mi traje de baño y abrí la puerta viendo a Ricky en su ropa interior, pero mi instinto fue mas grande que mi raciocinio y pase rápidamente mis brazos por su cuello para atraerlo a mi y plantarle el beso que tanto quería hace años.
Al principio Ricky no pareció reaccionar, pero a los segundos empezó a corresponder el beso.
— ¿Seguiremos siendo enemigos? — preguntó el chico contra mis labios pasando su mano por mi cabello quitando un poco del líquido verde.
La sonrisa se surgió rápidamente de mis labios — claro que si, me debes una tarjeta.
Sofiadaaholland
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ONE SHOTS, Joshua Bassett
FanfictionHistorias cortas con Joshua Bassett y su personaje de Ricky Bowen en HSMTMTS. [Joshua Bassett] [Ricky Bowen] [Sofiadaa2021] [Female Reader]