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Malia estaba perdida, concentrada en la serie frente a ella, observando los bailes y canciones que se presentaban, sonriendo encantada con cada uno de ellos.
Ricky miraba el techo aburrido, contando los segundos y pensando en otras cosas que no sean en la aburrida serie frente a él y su novia. Su brazo estaba alrededor de los hombros de la chica, sentados en el sofá largo de la gran habitación de Malia.
El de cabello ondulado hacía sonidos extraños con la boca sin saber que hacer miro a su alrededor encontrando todo en oscuridad con la tenue luz de luna entrando por la ventana y el brillo fuerte de la televisión.
Entonces una gran idea apareció por la mente del castaño para empezar a mirar fijamente el perfil de su novia que miraba entretenida la serie, se sentó recto y acercó su rostro al cuello de la chica sin que esta lo notase. Ricky repartió húmedos besos por el cuello y clavícula descubierta de la castaña, su mano se deslizó por el muslo de la chica hasta llegar cerca de su entrepierna, acariciando. La chica al percatarse de las intenciones de su novio rió suave para por fin después de largos minutos ver a su lindo novio.
El chico sonrió malévolamente — llame tu atención ¿no?
Ricky coloco todo su rostro sobre el cuello de la chica aspirando su dulce aroma — no, Ricky no, no me tientes.
El chico tomó una gran aspirada del olor natural de su chica para separar su rostro mirándola a los ojos — Ricky si.
Malia rió suave para besar al chico con ambas manos sobre sus mejillas, besándolo con intensidad, se colocó sobre él sentándose en su regazo con una pierna a cada lado del cuerpo del castaño, dejando de lado la espantosa serie que Ricky odiaba por robarle siempre la atención de su novia.
— Puede llegar mi papá — se separó con la respiración entre cortada y los labios rojos.
— No importa — Ricky beso las clavículas descubiertas de la chica para dejar una que otra marca en ella.
— Te matará.
— Entonces moriré feliz con toda la atención de mi novia sobre mi — sonrió pícaro para volver a atacar los labios de la castaña.
Ricky coloco sus manos sobre el pequeño, pero perfecto trasero de su novia, amaba cada centímetro de ella, de pies a cabeza, ella era la perfección misma para él.
Ansiosa Malia coloca sus manos bajo la camiseta de Ricky mirándolo a los ojos, este sonríe y levanta sus brazos para sacar la camiseta quedando con el torso desnudo. A los segundos Ricky tranquilamente deseando ver más de su novia bajo la ropa, quito su camiseta de tirantes con lentitud y cuidado, como si fuese una muñeca de porcelana.
El chico coloca sus manos en la espalda de Malia para dar vuelta con lentitud a la chica dejándola recostada sobre el sofá, el chico entre sus piernas la beso con lentitud disfrutando cada segundo a su beso.
Malo sonrió y levantó un poco la espalda para que el castaño sacara el ya estorboso sostén, pero este quedó en la mitad del cometido por un fuerte sonido en la planta baja, la puerta.
— ¡Cariño ya llegue! — gritó el padre de la fémina.
La chica alterada con los ojos exageradamente abiertos empujó de los hombros al chico para colocarse su camiseta con rapidez y salir de la habitación.
Ricky solo en la habitación con una solitaria erección se levantó del piso.
— Ahora no soy yo el que necesita atención.
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