50. Ricky || Want You Back

1.5K 67 19
                                    

Tercera parte de mutual, capítulo 33.

Tragué saliva nervioso observando ese gran edificio a través de la lluvia que nublaba un poco mi vista, bajé mi mirada sintiendo cómo mi valentía caía en picada al pensar nuevamente en las miles de posibilidades de que la chica me rechazara, pero ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tragué saliva nervioso observando ese gran edificio a través de la lluvia que nublaba un poco mi vista, bajé mi mirada sintiendo cómo mi valentía caía en picada al pensar nuevamente en las miles de posibilidades de que la chica me rechazara, pero después el recuerdo de sus hermosos ojos miles y sus abultados labios carmesí que amaba, me motivaba nuevamente.

Yo la amaba.

Suspiré cerrando mis ojos para tomar una gran bocanada de aire que salió junto a un grito al escuchar un golpe a mis espaldas. Me giré inmediatamente observando allí a la hermosa chica que sin darme cuenta antes, se había robado mi corazón, y yo como el idiota que había sido, bueno, que soy, lo había estropeado todo.

— Laura — musité su nombre sorprendido, ni siquiera sabía porque estaba sorprendido, es decir, venía por ella y me sorprende verla, ¿Que me pasa?

— Ricky... ¿Que haces aquí? — preguntó atónita siendo cubierta poco a poco por miles de gotas de lluvia que mojaban su brillante cabello azabache.

— Estoy aquí por ti.

Ella soltó un suspiro sonoro bajando la mirada — Vuelve a casa, Ricky.

— Eso estoy haciendo, tú eres mi casa — di un paso hacia al frente queriendo tocar con todo mi corazón a la chica, hacer lo que tanto había deseado durante semanas, semanas sin ella.

— Estás diciendo tonterías, solo vete.

— Desearía poder decir algo, algo que no suene loco, pero últimamente no confío en mi cerebro. Lo único en lo que estoy seguro, es que te amo, Laura, me di cuenta tarde, lo sé, pero por eso estoy aquí.

— Las cosas no se arreglan así — murmuró lo suficiente alto para que yo la escuchara, recogió una bolsa que se le había caído al piso y la atrajo a su cuerpo ocultando su rostro con su cabello.

— No importa donde vaya o cuánto tiempo te vayas, siempre te voy a querer de vuelta — le digo sacando toda la valentía que tenía escondida hasta el día de hoy dispuesto a sincerarme y desnudar mi alma para ella, porque confiaba en ella.

— Sé que sabes que nunca te superaré, pero no hagas esto, Ricky, estoy bien aquí — contrajo su ceño en un signo de cansancio y dio un par de pasos en reversa.

— Lo sé, no quiero que vuelvas a Salt Lake, solo que estes junto a mi, Laura — sonreí de lado mirándola directamente a sus ojos mieles que tanto amaba y que me volvían loco, los ojos que tanto extrañaba día a día — Si me aceptas me quedaré, me quedaré donde tú estés.

— Ricky... — ella negó aflojando notoriamente su agarre en su bolsa mirándome en busca de verdad en mis ojos.

— Aún recuerdo las pecas de tu espalda — solté de la nada sonriendo encantando al recuerdo de esa mañana, me había quedado horas y horas observando su pequeña espalda iluminada por la luz solar que entraba por la ventana de su habitación, ese había sido la mejor mañana en mi vida — Y la forma en la que solía hacerte reír, porque sabes que cada mañana me despierto y sigo buscándote. ¿Sabes que en lo único que pienso todo el tiempo es que me equivoqué? — pregunté acercándome a paso lenta a ella soltando mi paraguas en el proceso quitándole importancia a todo mi alrededor solo para centrarme en ella.

Quería de vuelta su amor, y si aceptaba, yo le daría el mío.

— Te amo, Laura, eso está más claro que nada en este mundo. ¿Tú no me quieres de vuelta?

— No se puede recuperar algo que nunca tuviste.

— Ahora lo tendremos y sin límites — sonreí feliz al verla sonreír de lado, tome la bolsa de sus manos con suavidad para bajar mi cuerpo un poco y dejarla en el piso, después tome su paraguas y lo sostuve para ambos para al fin plantar el beso que tanto había deseado.

La tenía de vuelta y no la dejaría ir otra vez.

La tenía de vuelta y no la dejaría ir otra vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sofiadaaholland

ONE SHOTS, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora