La noche siguió avanzando. Después de su discusión acalorada, Beca había querido irse a casa. Intentaron convencerla para que se quedara, pero no lo lograron. Sin embargo, Tristán había ido tras ella y estaba dispuesto a acompañarla a casa a pesar del conflicto que acababan de vivir.
Hacía un par de minutos, un mensaje de Beca, le confirmó a Victoria que había llegado bien a su casa.
Era extraño que su mejor amiga estuviera interesada en su primer amor, pero el hecho de que ella le pidiera permiso y estuviera dispuesta a dejarlo estar por su amistad, decía mucho de ella. Solo esperaba que Tris no le rompiera el corazón.
Hablando de corazones rotos, Álex seguía bebiendo con Gina, pero no estaban al límite, así que en ese momento, lo pasaban bien y decidieron ir a bailar.
—¿Vas a quedarte conmigo esta noche?—preguntó Kade, que aún la tenía encima de su regazo.
Ella sonrió al notar su voz en su oreja y su mano recorriendo su brazo con tanta delicadeza que le podría haber causado cosquillas.
—¿Quieres que lo haga?
—Siempre quiero.
—Entonces me quedo—respondió volteándose para encontrar su rostro dirigido hacia ella.
Era tan atractivo que le quitaba el aliento. Llevaban ya un par de meses con esto, ¿por qué cada vez sentía más atracción? ¿No debería ser al revés?
Se tomó unos segundos para mirarle, a él no pareció molestarle, todo lo contrario, formó un amago de sonrisa y le devolvió la mirada. Por un momento, estuvieron solos, no debían decir ni hacer nada.
—Tal vez podrías conservar las alas—dijo, con una sonrisa ladeada.
—Vaya, vaya, esa es una petición inesperada.
—Y tal vez los tacones también.
—Al final resultará que tienes una extraña fijación por las hadas.
—Creo que me has hechizado—murmuró Kade rompiendo el silencio.
Lo miró sorprendida. No era propio de Kade decir cosas así. Quiso responder, pero no tuvo tiempo de hacerlo cuando una voz la llamó con urgencia.
—¡Victoria!—exclamó Gina volviendo acalorada de la pista de baile—Es Abel, está aquí.
—¿Qué? ¿Por qué...?—empezó a divagar ella—. Álex.
Miró al otro lado del local, dónde Álex bailaba y bebía con un grupo que desconocía y estaba seguro de que él también hasta esa noche.
—Eso creo.
Victoria se puso en pie alejándose de Kade, pero pronto notó la presencia del chico tras ella, dispuesto a acompañarla. Se lo agradeció con una mirada breve antes de acelerar el paso y llegar a dónde estaba Álex.
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Dulce Mentira (+18) [Borrador] ©
RomanceKade aparece en la vida de Victoria dispuesto a derrumbar el mundo de mentiras en el que se encuentra atrapada. Pero a su alrededor, todos ocultan algo. Secretos terribles y oscuros que protegerán a toda costa. Al caer la primera mentira, todas las...