Aparcó el coche frente el complejo de apartamentos de Kade, él hizo un ademán de bajar inmediatamente del coche, pero Victoria cerró los seguros.
—¿Se puede saber qué haces?
—Deja que me explique.
—Victoria, estoy realmente cabreado, ahora mismo no quiero hablar contigo—admitió con tono seco—. Abre la puerta.
—He dicho que no.
—¡Joder, Victoria!
—¡Hablemos! ¡Fuiste tú el que insistió en las mierdas de la comunicación siendo clave! Deja de ser un puto crío y escucha de una maldita vez.
El vocabulario tosco que utilizó, les sorprendió a ambos, antes jamás hubiera hablado de ese modo. Siempre lucía tan correcta... pero ahora ya se soltaba, era más pasional, directa y no tenía miedo de decir lo que pensaba.
—Hablaremos, pero deja que me calme primero. Estábamos bien... o eso pensaba, pero literalmente has dicho que no era nadie. ¿Tienes una jodida idea de lo mucho que jode eso? ¡Yo jamás te negaría ante nadie! Se... supone que... ¿Sabes qué? Da igual.
Estaba dolido. Por mucho que lo maquillara como un enfado, por mucho que fingiera que se trataba de algo que le ponía furioso, podía ver el dolor reflejado en sus ojos, colándose por sus palabras.
—Esa chica, era Elisa Palacios—empezó a decir—. Iba conmigo al instituto y nunca me ha gustado.
Él no la miraba. Tenía la mandíbula apretada y estaba con la vista al frente, pero la escuchaba, y eso ya era un paso.
—Intentaba ser cordial con ella hasta que ha hecho unos comentarios desafortunados sobre ti. Por eso he preferido que nos fuéramos. He dicho que no eres nadie, no eres nadie que le importe a ella. No quería que el rumor se esparciera como la pólvora y te jodiera a ti.
—¿A mí? Por favor, Victoria. A la única a la que van a perjudicar esos rumores, es a ti, no a mí. Lo sabes tan bien como yo. ¡Admite que te avergüenza que te vean conmigo!
Se había girado y ahora la miraba, completamente a la defensiva y a punto de estallar. Quería hacerle entender, que le entrara en la cabeza que nada que él pudiera hacer, la haría avergonzarse jamás.
—¡No me da vergüenza que me vean contigo, imbécil! ¡Me da vergüenza que tú me veas con ellos!—las palabras salieron antes de que Victoria pudiera detenerlas.
—¿Qué?
Su tono era suave, cauto y estaba claro que le había tomado completamente desprevenido. Estaba en pie de guerra, dispuesto a seguir con la disputa, pero todo su enfado se pinchó como un globo tras sus palabras. Ella tenía los ojos brillantes, como si estuviera a punto de llorar por la frustración.
—Eres lo más real y sincero que he tenido nunca. Esa gente... son unos miserables, gente tóxica que vive del chisme de las vidas de los demás.
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Dulce Mentira (+18) [Borrador] ©
RomanceKade aparece en la vida de Victoria dispuesto a derrumbar el mundo de mentiras en el que se encuentra atrapada. Pero a su alrededor, todos ocultan algo. Secretos terribles y oscuros que protegerán a toda costa. Al caer la primera mentira, todas las...