—Él quiere verte—dijo Elena saliendo a la salita dónde todos permanecían esperando.
Victoria se levantó con manos temblorosas y el corazón a punto de salirle del pecho. Miró a su hermano una última vez antes de entrar y él intentó dedicarle una sonrisa tranquilizadora.
Abel estaba agotado. Había estado llevando los asuntos de su padre los días que había estado inconsciente.
Por fin había despertado. Poco después de ir a tomar algo con Tamara, regresó a casa, y pasó allí las siguientes horas. Recibió el aviso de que Julián estaba consciente a mitad de la tarde. Así que había subido al coche para conducir a toda prisa hasta el hospital.
Cuando abrió la puerta, su padre estaba mirando fijamente en su dirección. Parecía mucho más delicado de lo que lo había visto jamás, aunque algo mejor que la última vez que entró en esa habitación.
—Qué guapa estás—dijo Julián intentando sonreír. Pero solo consiguió formar una mueca dolorosa.
—Padre—sollozó Victoria—, estaba tan preocupada. Yo no quería pensar que tú me odiabas... lo siento tanto.
—Ven aquí—pidió tendiéndole su mano.
Ella se acercó con cuidado. Se sentó en el borde de la cama mientras Julián ponía un mechón de su cabello detrás de la oreja.
»Nunca podría odiar a mi pequeña.
—Oh, padre—dijo temblando mientras notaba como los brazos del hombre la rodeaban con dificultad.
—Fue mi culpa.
Allí estaba el padre que amaba y recordaba. Estaba claro que debió vivir un momento estresante y por eso habían tenido esa desagradable conversación.
—No, yo...
—Jamás debí dejarte volver a la escuela de arte.
El mundo se detuvo. Ella frunció el ceño haciendo un gesto expresivo porque no comprendía lo que intentaba decir.
—Espera, ¿qué?
—Debí haberlo previsto. De pequeña te encantaba pintar con el abuelo y sé que la escuela de arte te gustaba. Cuando te vi tan mal después del asalto, creí que tal vez te iría bien volver, pero ya veo que no es así. Eres joven y soñadora, me encanta que seas así pero también tienes que ser adulta y madurar. Saldrás de la escuela, solo te hace perder el tiempo y llenar tu cabeza de pajaritos.
Procesó sus palabras lentamente.
—Pero padre, no puedes quitarme eso—sus palabras salieron con un hilo de voz.
—Cielo, esto es lo mejor para ti. No necesitas distracciones, debes centrarte en tu carrera, en tu futuro. Y allí no caben las niñerías como la escuela de arte. Eres una adulta ahora, Victoria.
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Dulce Mentira (+18) [Borrador] ©
RomanceKade aparece en la vida de Victoria dispuesto a derrumbar el mundo de mentiras en el que se encuentra atrapada. Pero a su alrededor, todos ocultan algo. Secretos terribles y oscuros que protegerán a toda costa. Al caer la primera mentira, todas las...