—Me va a dejar—aseguró Toni, abriendo la nevera y sacando una cerveza.
—No te va a dejar—respondió Kade con los apuntes en la mano.
Había estado estudiando todos los ratos libres que tenía. Por primera vez en años, veía claro lo que estaba haciendo y creía posible sacar una buena nota en junio.
—Últimamente no paramos de discutir. Está muy irascible conmigo, cada cosa que digo, la malinterpreta y le da la vuelta como si yo fuera el malo.
Kade suspiró. Era cierto. Tamara había estado muy ausente y sabía que había algo que no les estaba contando, pero no quería alterar a Toni más de lo que ya estaba.
—Tal vez esté agobiada con el trabajo—tanteó Kade.
—Lo dudo.
—¿Por qué no hablas con ella de una vez? Sé que tienes miedo, pero esta situación solo está logrando hacerte sufrir.
—Pero... es que, ¿y sí hay otro? ¿O ya no está enamorada? Llevamos tantos años juntos que el hecho de perderla, me vuelve loco.
Toni bebió de la cerveza mientras dejaba escapar un gruñido de frustración. Esa noche Tamara tampoco iba a pasarla en casa, volvía a quedarse en casa de sus padres, cosa que aún le preocupaba más.
—No la perderás—aseguró Kade—. Mira, está claro que algo le pasa, pero estoy seguro de que no tiene que ver contigo, creo que deberías intentar que te lo cuente.
—¿Sabes qué?—respondió dejando la botella de cristal en la encimera—Tienes razón. Voy a ir a casa de sus padres, y no pienso marcharme de allí, hasta que me lo cuente—dijo tomando las llaves y tirando de su chaqueta, que se encontraba en el colgador de la entrada.
Abrió la puerta con decisión, pero se detuvo en seco al ver a Victoria con la mano alzada como si estuviera a punto de llamar a la puerta.
—Oh, hola, rubita—la saludó, besando su mejilla con prisa—. ¡Me voy a recuperar a mi chica!—dijo pasando por su lado y bajando las escaleras a trompicones.
Escucharon el estruendo del chico impactando con las escaleras, que hizo que Victoria pegara un salto y se asomara a la escalera. Kade también se movió y se inclinó para ver si Toni se había hecho daño.
—¡Estoy bien!—escucharon que decía, y luego volvieron a escuchar sus pasos acelerados.
Victoria tuvo que aguantar su risa, pero esta se detuvo al pensar que tal vez Tam tendría que contarle la verdad a Toni cuando llegara, y tal vez eso, ocasionaría la crisis que tanto había temido la chica.
—No piensas saludarme?—escuchó la voz ronca de Kade a sus espaldas.
Notó como la piel se le erizaba ante el contacto de su cuerpo rodeando el suyo desde la espalda. Seguían en el rellano del apartamento, pero eso no le importó. Se dio la vuelta entre sus brazos, logrando así quedar de frente a él. Como era bastante más alto, Victoria inclinó su cabeza para poder mirarle.
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Dulce Mentira (+18) [Borrador] ©
RomanceKade aparece en la vida de Victoria dispuesto a derrumbar el mundo de mentiras en el que se encuentra atrapada. Pero a su alrededor, todos ocultan algo. Secretos terribles y oscuros que protegerán a toda costa. Al caer la primera mentira, todas las...