Capitulo 38

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Capitulo 38

Julieta POV

-¿Me vas a decir que pasa con mi hermano? –pregunte a Melisa. Ella escupió su café ante mi pregunte.

-¿De...? –Se aclaro la garganta y yo tuve que aguantar una carcajada-¿De qué hablas?

Rodé los ojos.

-Los veo muy… ¿Cómo lo digo? –pensé un momento y la mire a los ojos- Apegados uno al otro.

Melisa respiró hondo y trato de borrar toda emoción de su rostro.

-¿Apegados? –Ella bufo incrédula- Son imaginaciones tuyas. Tu hermano es insoportable.

-Entonces no te gusta –afirme mientras bebía mi café sin retirar mis ojos de ella.

Melisa soltó una carcajada poco realista.

-De ningún modo –dijo. Movió su mano restándole importancia- Por supuesto que no me gusta.

-Aja –murmure. No le creía nada. Ahora era turno de atacar a mi hermano. Cuando lo viera.

-¿Nos vamos? –pregunto Laura saliendo del pasillo.

-¿No vas a desayunar? –pregunte ya que Melisa parecía estar metida en otro mundo.

-No, July –dijo, cogió la llaves del auto- Lo hare en la universidad.

Asentí  y tome mi bolso del sofá.

-¡Hey! Tu –le grite Melisa- ¿Nos vamos o no?

-Si. Si -dijo y me siguió afuera.

Cuándo estuvimos cerca del auto volví a atacar.

-Estás muy rara -le dije frunciendo el seño.

Ella revoleteo sus ojos marrones en mi dirección.

-Es tu imaginación.

Me quedé allí viendo como subía al auto.

-Sí, hoy todo es mi imaginación –murmuré mientras me subía al coche.

Después de veinte minutos llegamos a la universidad, cuando bajamos vi en la entrada a Nicolás charlando con… ¿Michael?

Arquee las cejas confundida.

-¿Qué hacen eso dos juntos? –pregunto Laura parándose  a mi lado.

-Y sin golpearse…- murmuro Melisa.

-No lo sé –coincidí empezando a caminar en su dirección- Pero lo averiguare.

Michael miro en mi dirección y una sonrisa burlona se instaló en su rostro.

-Ya sé que preguntarás –dijo el de inmediato.

Nicolás se volteo hacia mi dirección y sonrió. Fruncí el seño su sonrisa no llegaba a su ojos. Lo conocía.

Después del fin de semana que tuvimos. El había accedido  a darles un voto de confianza a Iván y Marie. Bajo amenazas. Su madre también había intercedido entre ellos. Y por fin se había enterado de nuestra relación. Estaba feliz, lo que me hacia también feliz a mí.

Pero ahora viéndolo me hacía pensar que realmente algo le preocupaba y no quería decírmelo.

-Michael –salude- ¿Cómo estás?

-No tan bien como tu –dijo él. Yo arque las cejas- Y si July. Somos de nuevo amigos. ¿Ah que si Nicolás? –pregunto el palmeando el hombro del rubio.

-Claro –dijo el casi sin emoción.

-¿Entonces por fin me van a decir porque se habían peleado? –pregunte curiosa.

Lo Que Nunca PenséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora