Julieta POV
Después de presenciar la reconciliación de Ángel y Laura decidí darles privacidad, me encaminé hacia la salida cuando escuché la voz de Ángel.
-Julieta...
Me voltee y lo encontré a unos pasos de mi. Sus ojos brillaban con esa felicidad única del amor, y me sentí feliz de haber hecho algo para que eso sucediera y porque ese brillo en definitiva también alcanzaba a mi amiga.
Espere que hablara.
-Gracias –arquee una ceja y fui a decirle algo pero él me lo impidió, acercándose- Me conto Lau lo que le dijiste.
-No tienes nada que agradecerme.
El sonrió.
-Por supuesto que sí. Yo se que ella tal vez no me habría perdonado si tu no le hubieras dicho lo que le dijiste.
Mordí mi labio estando acuerdo.
-Lo sé. Pero lo hubiera hecho tarde o temprano.
Ángel esbozo una sonrisa de lado.
-Pero gracias a ti lo hizo temprano –soltó aliviado- Y créeme que estaba a punto de volverme loco sin ella.
No pude contenerme en pensar si Nicolás también estaría así, me dije que no.
La mirada de Ángel gritaba lo que sus palabras decían y desee por segundo que Nicolás viniera a buscarme, lo cual descarte en el siguiente transcurso. No sabía qué hacer en ese caso, además lo que había ocurrido ayer nos había distanciado aun mas. Gracias al cielo Derek se encontraba bien y lo habíamos dejado en su casa después de que nos asegurará que no necesitaba ir al hospital.
-No vuelvas a hacer una tontería, y a lastimarla –le advertí alejando aquellos pensamientos. Lo vi asentir y abrió la boca para decir algo pero lo volvió a cerrar.
Lo vi dudar y suspire.
-¿Qué pasa, Ángel?
Sus labios se fruncieron y presentí que es lo que quería decirme.
-Julieta, no me he disculpado en forma por lo que paso –baje la mirada ante el recordatorio.
-No tienes que...
Sus manos tomaron mi antebrazo y me obligue a mirar sus ojos ahora teñidos de seriedad.
-Si, tengo que –aseguro- Tú me brindaste tu amistad y yo lo que hice fue apoyar una locura como la que pensaba Nicolás – ¿Siempre dolería escuchar eso? Lo hacía ver tan frio que me dolía el corazón. No quería escuchar a Ángel. No quería, tal vez Ángel vio la turbación en mi mirada ya que su voz se suavizo- Lo siento, nunca fue mi intención lastimarte, y Nicolás...
-Por favor, Ángel... -roge mirándolo suplicante.
-El te ama, soy testigo. El cometió un error, yo mismo se lo dije un montón de veces pero nunca escucho y cuando lo hizo ya era demasiado tarde –Sentí mi barbilla temblar, de nuevo no podía evitar las ganas de llorar- Ya estaba enamorado de ti, y temía decírtelo porque no lo perdonarías. Nunca lo había visto así.
Me deshice de su toque y ladee la cabeza, una lagrima había escapado de la esquine de mi ojo y no quería que lo viera.
-July, tienes que escucharlo...
Me envare y lo mire con dureza.
-¿Cuál es el punto de escucharlo si no creo en él? Mi confianza se rompió cuando descubrí su mentira.
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Lo Que Nunca Pensé
RomansaSi a Julieta Montero le hubieran dicho que se enamoraría de un arrogante y mujeriego como Nicolás Sanders, se hubiera reído en su cara. ¿Cómo amarlo? Si ella lo odiaba. Pero la vida da tantas vueltas que nunca se sabe lo que pueda pasar, y efectivam...