Capitulo 21

2K 129 4
                                    

Capitulo 21

Julieta POV

Mi café humeaba frente a mí. Bebí un sorbo y mire a mis amigas. Estaba nuevamente sometida a interrogatorios.

-Nunca he visto a Nicolás tan enojado –dijo Laura.

-Viste como golpeo al tipo ese –ayudo Melisa- Y todo por Julieta.

Arquee una ceja sin hablar.

-¿No nos vas a contar? –Pregunto Laura- ¿Qué pasa entre ustedes?

Yo también quisiera saber, pensé.

-Solo me defendió –explique- Nada fuera de lo normal.

Laura tomo su cartera y se levanto.

-Acá pasando algo –me apunto con el dedo- Y tú estás escondiendo algo. Ya nos enteraremos.

Me encogí de hombros. Anoche ni siquiera pude pegar el ojo. Nicolás rondaba cada pensamiento mío, evitando que conciliara un sueño completo.

-No pasa nada –repetí de nuevo.

Melisa me miro y asintió con la cabeza.

-Ya vamos –dijo Laura abriendo la puerta- Se nos hace tarde.

Y de repente recordé algo.

-Chicas… -me pare. Al parecer ya lo descubrieron.

Laura y Melisa se quedaron en la puerta mirando fijamente hacia fuera. Y segundos después ambas giraron su cabeza al mismo tiempo mirándome y apuntando hacia fuera.

Casi solté una carcajada, pero me contuve. Cogí mi bolso y salí viendo el Porsche de Nicolás estacionado en el patio.

-¿Ese es el auto de…? –Empezó Melisa pero al corte.

-Si –dije afirmando con mi cabeza- Es Nicolás.

Lauta tenía una sonrisa juguetona en los labios.

-Amigos, Pelea, discusiones –cito- Y ahora resulta que te presta su auto.

La mire sorprendida.

-No es lo que estas pensado –dije obviando el hecho de que le faltaba algo a su lista: El beso. Pero obviamente no se lo diría- Eso no es…

Ella camino hacia el auto.

-Lo que tú digas.

Reprimí las ganas de patalear. Eso no era verdad o al menos parte de la verdad.

Iba subir al auto cuando me di cuenta de que Melisa seguía frente a mí con una enorme sonrisa.

-¿Puedo ir contigo? –Dijo haciendo un puchero- por favor…

Sonreí.

-Claro –dije- Sube.

-Gracias –dijo y abrió la puerta del copiloto y subió. Mire el auto y sonreí. Era muy parecido a su dueño elegante y demasiado atractivo.

-Oye –llamo Melisa- ¿Nos vamos?

Eso me despertó de mis ensueños.

-Sí.

Laura grito desde la calle ya en su auto.

-Traidoras.

Soltamos una carcajada.

Arranque el auto con un olor familiar envolviéndome. Era increíble es como si él estuviera aquí conmigo. Su olor me daba tranquilidad y me llenaba.

Lo Que Nunca PenséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora