Capitulo 39

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Capitulo 39

Julieta POV

Decir que no lo podía creer era un eufuismo. Lo creía es más, a medida que el video se reproducía supe que en el fondo, una parte de mi esperaba algo así. Tal vez, una sensación, un sentido común o simplemente que la cercanía de alguien como Nicolás tenía una trascendencia más profunda.

Lo que quería era aceptarlo, pero el amor siempre lo transforma todo.

Cuando era pequeña mi madre me dijo que las personas a veces hieren sin querer, me lo dijo cuando un niño rompió mi muñeca. No supe creer, pensé que solamente era malo.

Y Nicolás también era malo, no por romper mi muñeca sino más bien mi corazón.

Todo era tan distinto ahora.

Mas que saber lo sentí a mi espalda. Me voltee, con la esperanza del tamaño de un granito de arena dentro de mí.

Ahí estaba con expresión abrumada y dolida.

Dio un paso, que por inercia retrocedí.

-Julieta….-fue solo un susurro, quise cerrar los ojos y correr a abrazarlo tan fuerte como nunca lo he hecho.

Olvidar esto. Pero no podía, no debía.

Trate de encontrar mi voz. Apreté el móvil entre mis manos, sabiendo que él tenía sus ojos allí.

-Solo dime que no es verdad…

Pero cuando observe sus ojos azules, no fue necesario que lo dijera.

La esperanza se esfumo, tan rápido y veloz como si nunca hubiera existido.

-Yo… -me dijo. Cerró los ojos como si tuviera un gran dolor- Lo siento.

Una disculpa, solo era una culpabilidad manifiesta.

Mis ojos picaban, tenía ganas de llorar. Pero no lo haría.

-No te preguntare porque –dije obligándome a hablar- Solo quiero que me lo confirmes tu mismo –busque sus ojos- Quiero escucharlo de tus labios.

El bajo la mirada.

-Yo…

Apreté los puños, lo veía vulnerable pero yo estaba enojada y decepcionada. Los cuales no eran una buena combinación.

-Mírame –ordene con los labios apretados. El clavo sus ojos en los míos- Dilo. Quiero escucharlo. ¿Eso es lo que querías decirme hace rato? –seguí. Ladee la cabeza- Entonces, vamos dilo.

Tragué grueso, tratando de liberar el nudo que tenia en la garganta.

-Yo…

Cerré los ojos fuertes y los volví a abrir.

-Si vuelves a decir yo una vez más… te golpeare.

El respiro sonoramente fue a hablar pero una voz lo corto.

-¡Oh, por dios! Niko… –dijo la voz de Sabrina. Me había olvidado que estaba ahí. O más bien de que existía- Ya dile, y termina con tanto drama.

Vi a Nicolás apretar los puños con sus ojos en ella.

-¡Cállate!

Sabrina pasó por mi lado y se situó junto a él.

-¡Vamos, mi amor! Termina con esto –murmuró de forma seductora ignorado la expresión de él.

Maldita perra, pensé realmente enojada por su desfachatez.

Lo Que Nunca PenséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora