— CAPÍTULO 17 —
Un grito desgarrador llegó a los oídos de Nicholas, alarmándolo y al mismo tiempo asustándolo. Sacó el arma de fuego, dispuesto a disparar a quien sea que estuviera dañando a la joven.
Subió de inmediato las escaleras con una velocidad impresionante y sintiendo el corazón latir rápido y fuerte.
—¡Vanessa! —abrió la puerta de su habitación bruscamente y la encontró revolviéndose entre las sabanas.
Cuando inspeccionó el espacio, asegurándose de que no hubiera nadie, dejó escapar la respiración que no sabía que contenía. Se acercó a la rubia y se sentó en la orilla de la cama. Acarició su brazo mientras tenía las cejas fruncidas debido a la preocupación. Cuando la oyó gritar como si la estuvieran torturando, miles de escenas se amontonaron en su cabeza; en donde alguien la tenía como escudo, con una navaja en su delicada garganta amenazando con herirla si le ocurría algo, o en donde alguien la arrastraba para llevársela a donde solo Dios sabe.
Por primera vez desde que entró a la vida de Vanessa, Nick sintió la angustia invadirlo con solo pensar en que la alejaban de él.
Las lágrimas se deslizaban por su rostro y el guardaespaldas ya no pudo resistirlo más y la despertó.
—Vanessa, despierta —le habló y la removió con suavidad, pero ella seguía atascada en esa pesadilla. ¿Con qué demonios soñaba que no abría los ojos? Ya lo estaba empezando a preocupar —. Nessa, despierta, por favor —intentó de nuevo y la rubia despertó sobresaltada, y cuando alzó los ojos y vio a la persona que espantó su sueño, se alejó de él sin dudarlo, llena de miedo. Nick vio el terror en sus ojos verdes.
—Aleja eso —le ordenó ella con la voz quebrada y Nicholas dirigió sus ojos hasta su mano, en donde sostenía la pistola. Y para darle más seguridad, él la dejó en el suelo y le mostró sus manos vacías.
—Estás bien, no te ha pasado nada —la hizo entrar en razón y su respiración comenzó a ser regular.
Nicholas acercó su mano a ella, para poder brindarle a apoyo y para hacerle saber que estaba devuelta a la realidad. Pero Vanessa lo observó aterrada. ¿Por qué tenía esa actitud desconfiada con él?
—Sabes que yo nunca te haría daño.
—Estabas ahí —sollozó sin dejar de ver su mano, esa que no solo acarició su cuerpo, sino que también acarició su alma. Nicholas no lo comprendió, ¿a qué se refería? La observó cubrir sus ojos con las manos sin dejar de llorar. Parecía una niña pequeña, y de pronto él sintió la necesidad de acurrucarla y decirle que todo iba a estar bien, que solo había sido una pesadilla —. Estabas haciéndome lo mismo que Dorian me hizo —le aclaró y él sintió una punzada de dolor. Se había soñado con él, y no había sido nada bonito —. Me estabas... asfixiando —se llevó la mano a su cuello, sintiendo real eso que solo estaba en su pensamiento. Y eso solo hizo que Nick reviviera ese momento en el que atacó a su hermano cuando tuvo esa pesadilla. Sintió disculparse, aun sabiendo que él no le había hecho nada.
—Solo fue un sueño, ¿sí? —le habló con tanta dulzura que Vanessa poco a poco comenzaba a olvidarse de ese monstruo que vio en su cabeza cuando dormía. Hizo contacto visual con él —. ¿Me dejas abrazarte?
La ternura la conquistó. Miró la mano de Nick con un poco de desconfianza, esperando a que él se retractara, pero él la mantuvo ahí. Se mantuvo firme para Vanessa, porque la primera vez que la vio y se acostó con ella, salió de él una certeza y una promesa que hasta la actualidad no entendía de dónde había venido. Se preguntó si ella lo recordaría.
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Protegida por Nick © |COMPLETA|
RomanceVanessa es sinónimo de desastre. Hace lo que quiera en el momento que se le antoja. Se la pasa de fiesta en fiesta y se enrolla con diferentes hombres a la semana. ENTRA PARA VER LA SINOPSIS COMPLETA. ADVERTENCIA: Esta obra contiene lenguaje explíc...