I did something bad - Taylor Swift
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― CAPÍTULO 10 ―
La mano masculina que una vez recorrió todo su cuerpo, la que hizo que se volviera a sentir mujer aquella noche, esa misma mano, viajó hasta su codo y la detuvo, impidiéndole que saliera del auto.
Los dos lo querían. Estaba mal. Pero lo querían.
Nick llevó su otra mano hasta la nuca de su ebria y hermosa acompañante y estrelló sus labios en los de ella, quien no tardó en reaccionar y responder a su beso. Se agitaron, se besaron bruscamente y dejaron aflorar ese deseo, ese fuego familiar que los invadió una vez y que permaneció intacto.
Vanessa trepó hasta su regazo sin dejar de besarlo con desenfrenamiento. Sintió su cuerpo arder cuando él cerró sus brazos alrededor de su pequeño cuerpo. Tal y como Nick se lo había imaginado, ella encima de él, haciendo movimientos seductores mientras de vez en cuando acariciaba sus muslos.
Los cristales comenzaron a empañarse, dejando en evidencia lo que aquellos dos jóvenes estaban haciendo. Se saboreaban, sus lenguas estaban en una guerra, y no hubo nada más que le diera satisfacción a la rubia que volver a tenerlo a él de esa forma. Los dos se encontraban calientes, y no tardarían en tomarse con fuerza. Pero Vanessa necesitaba besarlo un poco más, tal vez ella no lo recordaría al día siguiente, sin embargo, eso no le importaba. Solo le importaba mordisquear el labio inferior de su guardaespaldas, que la tomara con urgencia, que se hundiera en ella.
Sus dedos varoniles se dirigieron a su zona íntima, haciendo que abriera la boca y dejara escapar un gemido de placer y satisfacción. Pero Vanessa quería más, no le era suficiente. Se separó de Nick solo para buscar un preservativo en la gaveta que estaba en frente del asiento del copiloto. Se ayudó con los dientes para abrirlo mientras Nicholas la observaba anonadado por su agilidad. Y cuando se hubo bajado los pantalones, Vanessa no dudó en colocarle el látex.
―Dios, eres increíble ―le susurró Nick con la excitación a tope. Y ella le fascinó oírlo así. La suerte que ya se había quitado las bragas.
Sintió el placer recorrer su femenino cuerpo cuando lo tuvo dentro de ella. Sus manos fuertes se aferraban a su cintura y el movimiento comenzó. Los cristales se empañaban cada vez más, la temperatura aumentaba entre ellos, y solo se escuchaban sus gemidos y suspiros. Vanessa, estando todavía ebria, lo volvió a besar mientras lo montaba, Nick separó un poco más las piernas para más comodidad. Regresó su mano hasta la nuca de su acompañante y la besó con rabia, rudeza, salvajismo.
―Así es que te gusta, ¿verdad? ―volvió a hablarle penetrándola con sus ojos azules. Vanessa asintió al mismo tiempo mordía su labio inferior sin dejar de moverse encima de Nick.
Ella tenía el control, pero en un momento se lo cedió a él. La guio. Subía y bajaba provocando que los dos llegaran a ese límite que tanto ansiaban.
Vanessa dejó escapar un fuerte gemido mientras estampaba su mano en la ventanilla. El sexo con él era el mejor, sin duda alguna. Le gustó cuando le habló entre jadeos, eso solo hizo que la excitación aumentara. No querían parar, no era lo que deseaban. Les gustaba tenerse así de cerca, tocar cada parte de sus cuerpos, dejarse llevar por la pasión y saltarse las reglas. Besarse con fuerza los hacía sentir invencibles.
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Protegida por Nick © |COMPLETA|
RomanceVanessa es sinónimo de desastre. Hace lo que quiera en el momento que se le antoja. Se la pasa de fiesta en fiesta y se enrolla con diferentes hombres a la semana. ENTRA PARA VER LA SINOPSIS COMPLETA. ADVERTENCIA: Esta obra contiene lenguaje explíc...