《 24 》

11.3K 1.1K 680
                                    

Fire On Fire - Sam Smith


— CAPÍTULO 24 —


     Nicholas oyó la puerta principal cerrarse con fuerza. Hace unos minutos, cuando se paseaba por la casa para asegurarse de que todo estuviera bajo control no pudo evitar mirar a Vanessa y a Noah hablar. Observó el rostro contraído de la rubia, sus cejas fruncidas, no por extrañeza sino por preocupación. Sí, quiso saber de qué hablaban, qué la podría preocupar. Qué fue lo que conversaron que hizo que su mejor amigo se fuera dando grandes y fuertes zancadas y que hiciera sonar la puerta como si estuviera enfadado.

     Supo que algo no andaba bien cuando vio a Vanessa en la cocina, caminando de un lado a otro como si quisiera controlarse. Respiraba con dificultad, la percibió abrumada. ¿Cómo podía ayudar?

     —¿Necesitas algo? —la cuestionó con suavidad.

     —Sí, necesito saber por qué todo el mundo cree que me acosté con Dorian —le respondió sin sentirse avergonzada, sintiendo de verdad que con él podía ser ella sin sentirse cohibida a su lado, desahogándose.

     Nicholas la observó pasearse de un lado a otro, como si estuviera a punto de perder los nervios.

     —Estoy segura de que Aaron lo cree, de que Abigail lo cree, que Daphne también lo cree. Y ahora Noah —dejó salir las palabras, tampoco era como si quisiera detenerlas. Se encontraba muy enojada, histérica. Muy impotente —. Hasta tú lo creíste. ¿Sabes lo que me quiso decir?

     Nick sabía que eso iba a ser un poco largo, y que ella verdaderamente necesitaba desahogarse. Así que, por eso, apartó uno de los taburetes de la barra aislada de la amplia y moderna cocina, y se sentó en este, poniéndole toda su atención a aquella belleza que desde un primer momento lo dejó anonadado.

     —Que es posible que no lo recuerde. Cree que pude haberme acostado con él estando borracha, porque ni siquiera recuerdo bien lo que pasó entre tú y yo esa noche. Pero estoy muy segura de que jamás, jamás pensé en hacer algo como eso.

     El ex soldado frunció el ceño ante la mención de la primera vez en la que estuvieron juntos. ¿De verdad no recordaba casi nada de lo que pasó? De pronto se mostró bastante interesado en las palabras de Vanessa.

     —¿No...recuerdas esa noche?

     Vanessa lo miró arrugando el entrecejo. De todo lo que era importante, ¿el solo había escuchado esa parte? Además, ¿por qué le interesaba el hecho de que ella casi no lo recordara?

     —Bueno... No mucho, en realidad. No recuerdo si tuvimos alguna conversación, estaba muy borracha. Llegué a un nivel de embriaguez en la cual no siempre estoy.

     —Pero cuando me viste la segunda vez, aquí en esta casa, me reconociste. ¿Cómo?

     —¿Cómo olvidar tremendo físico? —rio sin muchas ganas y haciendo que Nick sonriera con dulzura —. Tus ojos, siempre estuvieron aquí —dijo dando unos toquecitos en su sien —. Pero ese no es el punto, Nick. ¿Cómo es posible que las personas más cercanas a mí no me crean?

     Nicholas le tendió la mano y sin rechistar Vanessa la tomó y la guio hasta el taburete continuo. Él se puso de pie, colocándose entre sus piernas y acarició sus mejillas. Eran incontables las veces que él la había visto enojada, a punto de perder los estribos y aunque deseaba en esos momentos acercarla a él e intentar calmarla, nunca se dio esa libertad, y era por el simple hecho de que no estaban tan unidos como hasta ese momento, porque sentía que no había la confianza para hacerlo.

Protegida por Nick © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora