― CAPÍTULO 36 ―
―¿Qué ha ocurrido con su sobrina Vanessa, señor Aaron? ―los periodistas lo rodearon cuando salía del hospital. Los guardaespaldas trataban de mantenerlos alejados. Era mucho alboroto.
―¿Cuál es el pronóstico de la señorita King? ―preguntó otro.
―¿Es cierto que está en coma, señor King?
Las preguntas eran demasiadas. Era la primera vez en mucho tiempo que se sabía algo de Vanessa desde el atentado. Aaron muchas veces había estado en ruedas de prensa, pero estaba tan presionado con todo lo que ocurría a su alrededor que no sabía cómo responder esas preguntas sin dar más información de la que debía.
―Señor King, ya van tres veces que su sobrina es hospitalizada de emergencia ―salió otro. Siempre había uno que no olvidaba lo que sucedió anteriormente. Esa primera vez de Vanessa jamás la olvidaría. Recordó la sangre que salía de ella y cerró los ojos para alejar ese pensamiento. De eso jamás se volvió a hablar ―. ¿Podría darnos más detalles?
Aaron levantó las manos, ya un poco harto de tantas preguntas claves. Iba a responder lo que debía, no más.
―Sé que hay mucha conmoción. Mi sobrina no se encuentra estable. Desde que ocurrió el atentado en el desfile, en el cual fue invitada especial, ha tenido unos días un poco difíciles, y me parece que todo eso le ha estado cobrando factura.
―¿Y por qué se encuentra ahora hospitalizada, señor Aaron?
Aaron se quedó callado por unos minutos, debatiendo en su mente si contestaba o no esa pregunta. Siempre supo que no tenía derecho de contar lo que sucedía con Vanessa, que ella era dueña de sus palabras y si quería que la gente supiera algo pues sería de su boca y no de la de él. Pero ahora mismo, ella no podía hablar. Estaba sumergida en la inconsciencia, y sentía temor de que no volviera a mencionar una palabra. Cuando entró en esa fría habitación y la observó en esa cama, tan pálida, con los ojos cerrados y los labios agrietados, supo que ella había llegado muy lejos. ¿Cómo pudo excederse tanto?, ¿cómo era que encontraba refugio en la bebida?, ¿en qué momento el alcohol se adueñó de ella?
Tal vez no debió dejarla ir a fiestas desde los dieciséis, tal vez nunca debió llevarla a sus negocios en diferentes países. Se sentía culpable por el hecho de que su sobrina recurriera al alcohol para olvidar, pues era lo único que conocía para lograrlo, no había probado más opciones, se había quedado con esa. Y esa opción casi le quita la vida.
―Señor Aaron ―lo sacaron de sus pensamientos ―. ¿Por qué se encuentra hospitalizada?
―Que pasen buenas tardes ―decidió no dar más detalles y con un asentimiento de cabeza se despidió. Los guardaespaldas lo guiaron hasta su auto. Quería quedarse al lado de Vanessa, pero tenía cosas que resolver de la empresa. Y fue por eso que llamó a alguien que de seguro podría ayudarlo con eso, con cuidarla mientras él no estuviera.
• • •
―¡Casi se muere! ―oyó una voz muy familiar, lejana. Quería abrir los ojos, pero estos pesaban, su cuerpo no respondía ―. ¿Qué demonios hacía ella en un maldito club, sola? ―alguien estaba alterado, lo sabía, sin embargo, era incapaz de mover un músculo de su cuerpo.
―Escucha, hijo...
―No puedo volver a pasar por lo mismo. Primero fue Trevor y ahora ella. No puedo vivir en esta constante preocupación de que las dos personas que más quiero estén atadas a sustancias de mierda que les dañan la jodida vida.
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Protegida por Nick © |COMPLETA|
RomanceVanessa es sinónimo de desastre. Hace lo que quiera en el momento que se le antoja. Se la pasa de fiesta en fiesta y se enrolla con diferentes hombres a la semana. ENTRA PARA VER LA SINOPSIS COMPLETA. ADVERTENCIA: Esta obra contiene lenguaje explíc...