《 15 》

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— CAPÍTULO 15 —


     —Sí, él está aquí —le dijo Nick a su padre mientras se abrochaba los botones de su camisa, ocultando su cuerpo tatuado.

     Se sentía un poco más descansado que habitualmente y con un poco más de ánimo. No supo muy bien la razón, pero sospechaba que había sido el hecho de ver a una persona hermosa antes de dormir.

     —Me llamó desde un número desconocido anoche, entró a mi casa. Tengo que cambiar la cerradura.

     —Mandaré a alguien para que lo arregle —Nick lo agradeció. Debía ocuparse solo de esos asuntos, pero no sabía cuándo tendría el tiempo —. ¿Y cómo estaba Trevor para cuando llegaste? —quiso saber Brandon, aliviado por saber que su hijo menor se encontraba bien, pero algo dentro de él sospechaba la razón por la cual había salido del centro de rehabilitación y había ido a parar en la casa de Nicholas y no en la de su padre.

     —Estaba tranquilo, hablamos un poco —dejó escapar un suspiro que expresaba cansancio y Brandon lo notó de inmediato y esperó a que hablara —. Tuvo una recaída.

     Brandon no mencionó alguna palabra por varios segundos. Nick había terminado de ponerse la camisa, pero aún esperaba alguna respuesta por parte de su padre. No la obtuvo, y por eso decidió hablarle.

     —Si él no tiene el control de lo que le está sucediendo, nosotros no podemos hacer mucho.

     —Lo sé, pero hijo, ya no se me ocurre nada. —Hizo una pausa —. Trevor ha tomado todo tipo de ayuda y nada parece dar resultado, ya no sé qué más hacer. Lo único que me llega a la cabeza es algo, pero no puedo permitirlo.

     —¿Qué cosa? —Nick sonó interesado. ¿Qué era lo que su padre estaba pensando hacer con Trevor? ¿Qué más se podría hacer cuando ya se ha intentado todo?

     —Sacarlo de ahí.

     El guardaespaldas comenzó a negar con la cabeza, no se encontraba del todo convencido de aquella idea. Sacarlo de ahí solo lo empeoraría más.

     —Sabes qué es lo que va a pasar si no sigue recibiendo la ayuda que nosotros no podemos brindarle —se dirigió a Brandon. Si Trevor comenzaba otra vez su vida normal, lo primero que haría sería salir a buscar de nuevo Ketamina. No podían arriesgarse, estuvieron a punto de perderlo dos veces. La primera fue antes de Nicholas irse a Afganistán y la segunda ocurrió antes de llegar a Los Ángeles.

     —Podría conseguir un trabajo de tiempo completo, o retomar sus estudios —escuchó a Brandon, pero todavía no lo asimilaba.

     —Papá, mejor hablemos de esto después. Es un tema delicado y no quiero que llegue a escucharme —tenía la puerta cerrada, aun así, no se confiaba. Colgó después de que acordaran reunirse después de su jornada de trabajo, dependiendo si Vanessa saldría o no.

     Nicholas se mantenía con la vista en el parabrisas, dirigiéndose al centro de rehabilitación para poder dejar a su hermano allí y después ir a la casa de Aaron King.

     En su cabeza todavía rondaba esa idea de sacar a Trevor de rehabilitación. No quería consecuencias, no quería que su hermano lo viera como una oportunidad para seguir drogándose. Nick entendía que no podía cuidarlo toda su vida, pero si él podía evitar que algo malo sucediera, lo haría.

     —Te has pasado la mañana entera suspirando —la voz de Trevor lo sacó de sus pensamientos.

     —No es nada —pausó y arrugó el entrecejo al mismo tiempo que repasaba la noche anterior en su cabeza y comenzaba a hacerse preguntas —. ¿Cómo me llamaste anoche? No tienes móvil.

Protegida por Nick © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora