《 22 》

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Good together - SHY Martin


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— CAPÍTULO 22 —


     Ninguna pesadilla los atormentó. Aquella noche ninguno de los dos jóvenes se despertó asustado, ni sudoroso ni con la respiración irregular. Nick y Vanessa permanecieron con sus cuerpos unidos, y sus corazones no latían acelerados por causa de un mal sueño, sino al saberse cerca del otro, como si fueran dos adolescentes que experimentan el amor por primera vez. Fue algo hermosamente arrollador, hubo más calma esa noche que la que hubo en la mayor parte de sus vidas solo al saborearse y sentirse una y otra vez.

     La luz del sol por la mañana se coló en la habitación, proveyéndoles más calidez de la que había en sus almas. Nick abrió los ojos. Y su despertar en ese momento fue tan maravilloso con solo ver a su hermosa rebelde envuelta en sus brazos, en las sábanas y con una respiración calmada a su lado.

     La quiso. La quiso cuando ponía sus labios en su frente y dejaba allí un suave beso, la quiso cuando ella se acercó más a su cuerpo varonil para poder sentirlo más, y la quiso más cuando alzó sus ojos adormilados para encontrarse con su mirada.

     La desilusión embargó a Nicholas cuando supo que ya todo ese momento mágico en el que habían estado se terminó. Que debían salir de esa burbuja y enfrentar la realidad.

     —Debo llevarte a tu casa —le susurró.

     Vanessa dejó escapar un suspiro de agotamiento. No quería dejarlo, no quería salir de esa cama y ver el mundo. Sabía que, si salía de esa casa, volvería a recordar todo lo que sucedió el día anterior, y de seguro ya todos estaban enterados de lo de Chris, de lo que ocurrió. No quería ver su cara en las noticias, mucho menos la de su guardaespaldas. No era la primera vez que era víctima de un escándalo, incluso había peores noticias que el hecho de que la acosaran y que su guardaespaldas la defendiera.

     —Un rato más —pidió —. No quiero irme.

     —Tampoco quiero te vayas —le susurró antes de besar su frente.

     Se miraron y no pudieron evitar bajar sus ojos hasta sus labios, deseando besarse. Y lo hicieron, Nick colocó su mano en su mejilla y la besó, dejando ir un suspiro de satisfacción, entregándose a ella cuando sintió sus fluidos. Lentamente se colocó encima de ella, entre sus piernas. Vanessa besó su cuello cuanto lo sintió dentro, enloqueciéndola y provocando que arqueara su espalda. Volvieron a besarse como si fuera la última vez que lo harían, aprovechándose y teniendo en sus mentes que cualquier cosa podía esperar, que Noah podía esperar, que Aaron podía esperar, pero ellos... No, ellos debían seguir, estaban nuevamente desesperados por las caricias, por el sudor, el vaivén. Se les acababa el jodido tiempo y creían que no iban a volver a recuperarlo.

     Por eso, esa mañana, las penetraciones de Nick fueron más intensas, un poco más veloces, haciendo que el espaldar de la cama chocara contra la pared y permitirse escuchar sus gemidos mutuamente. No sabían cuando volverían a unirse carnalmente, por eso sus toques fueron un poco más urgentes, al igual que los besos.

     Nicholas la levantó y sin dificultad se puso de pie. Fue al baño, y pegó la espalda de Vanessa contra la pared, todavía estando dentro de ella. Y mientras él besaba con hambre su cuello, Vanessa abrió el grifo y el agua cálida cayó sobre ellos, empapándolos y llevándose su sudor. Nicholas entraba y salía, a veces suave y a veces con fuerza, arrancándole unos fuertes gemidos de su garganta y haciendo movimientos circulares, haciéndoles a ambos perder la razón y estando cerca de la locura, el clímax, por el placer y la excitación.

Protegida por Nick © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora