《 46 》

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Pillowtalk - Zayn


— CAPÍTULO 46 —


     La habitación estaba cargada de suspiros llenos de placer, gemidos de satisfacción y caricias llenas de delirio. Encontraban refugio en sus labios, seguridad en sus brazos y amor en sus miradas.

     A Vanessa le encantaba estar completamente desnuda debajo de Nick, sentir su piel contra la suya, con su boca recorriendo todo su esbelto cuerpo, ese que muchos tenían el privilegio de fotografiar, que le pegaban por ello, ese cuerpo que a ese guardaespaldas le encantaba cuidar y proteger si necesidad de un sueldo. Para Nick cuidar de Vanessa se volvió una tarea fascinante, una tarea que disfrutaba. Odiaba esos días libres, le hacían querer salir de su casa y buscarla para llevársela a cualquier otro lugar.

     Habían pasado ya varios meses desde que se conocieron, y todavía se deseaban con la misma intensidad que la primera vez. Eran incansables, cada vez querían más, cada vez deseaban más, y su amor se había vuelto resistente, cerca de lo indestructible. Se dieron cuenta de que todos esos vientos que había soplado en su contra, fueron para que su amor sea tan inquebrantable y fuerte, justo como ellos lo sentían cada vez que sus almas se fundían, cada vez que se besaban, cada vez que Nicholas se adentraba en ella, cuando se sonreían y se coqueteaban con la mirada, y cada vez que estaban ahí para apoyarse, aunque fuera en lo más mínimo.

     Vanessa lo besó con potencia, colocándose encima de él, pasando un brazo por sus hombros tonificados comenzando el movimiento. Nick mantenía las manos en su cintura, paseándola a veces por sus nalgas, piernas y espalda. Estaban perlados de su sudor, gimiendo un poco más fuerte, con sus alientos entremezclándose. Nicholas besó el cuello de Vanessa, pasando su lengua lentamente, haciéndola jadear bajito. Se hundía profundo en su ser, y desde su posición la vio echar la cabeza para atrás mientras se mordía el labio inferior, con unas hebras de cabello rubio pegado a su frente y a sus hombros, esos que él no tardó en besar con un poco de frenesí.

     Ella subía y bajaba, una y otra vez, y el movimiento no los pudo enloquecer más. Eran todo lo que tenían, todo lo que querían y que se juraron jamás perderían. Vanessa aferró más sus piernas a la cadera de él cuando ya se corría, haciéndolo Nick después. Conectaron con sus ojos, perdiéndose en esas lagunas de colores que ya eran sus favoritas.

     La joven lo tomó por la barbilla y lo volvió a besar con arrebato haciendo un último movimiento, escuchándolo gruñir y sintiendo su pecho vibrar. Les tomó unos poco minutos volver a regular la respiración, y mientras lo hacían se sonreían y se acariciaban cual tesoro en manos de un ambicioso.

     —Rotamente enamorada de ti —le susurró ella cuando unían sus frentes. Nick sonrió y asintió.

     —Rotamente enloquecido por ti —se rieron como si hubieran hecho una travesura.

     Y justo en ese momento, el celular de Vanessa comenzó a llenarse de mensajes. Un sonido tras otro, uno que parecía no parar hasta que ella lo tomara en manos.

     —¿No lo vas a coger? —le preguntó él cuando ella se dirigía al baño.

     —No —escuchó el eco.

     —Puede ser algo importante, Nessa, no ha dejado de sonar.

     —¿Podrías ver qué sucede entonces?

Protegida por Nick © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora