《 47 》

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— CAPÍTULO 47 —


     Los pasos estruendosos de Aaron llamaron la atención de todos. Él no dudó en caminar hasta donde estaba Nicholas y atinarle un puñetazo en el pómulo, provocando que los demás exclamaran y ahogaran gritos.

     El guardaespaldas se tambaleó, claramente no se lo esperaba, pero no tardó en recomponerse.

     —¡Te lo advertí! —le gritó. Vanessa estaba estática, anclada en el suelo, no movía ni un musculo de su cuerpo debido al asombro. ¿Qué diablos estaba sucediendo? —. ¡Te ordené que te mantuvieras lejos de Vanessa!, ¡te prohibí que tuvieras un vínculo personal con ella!

     —Por el amor de Dios, Aaron, ¿qué diablos te pasa? —Brandon intervino, pues al final era a su hijo a quien había golpeado.

     Aaron, con la cara roja debido a la furia, dejó en su pecho las fotografías que delataban a Nicholas.

     —Sucede que tú hijo no sabe escuchar ni cumplir órdenes —caminó hasta Vanessa y Noah se interpuso, sabiendo que su tío no estaba en sus cabales —. Quítate del jodido medio.

     —¡Papá!

     —¡Tú mantente fuera de esta mierda, Daphne! —Le gruñó haciendo que se encogiera de hombros. Él jamás le había gritado, y no entendía la razón. Nadie la entendía. Fijó sus ojos en Noah —. Quítate. Ahora. No me obligues a hacerlo.

     —No —sentenció el mejor amigo de la joven —. Yo siempre me he hecho un lado cada vez que has querido, sé que no siempre puedo interferir en tu relación con Vanessa, pero esta vez estás fuera de sí, Aaron.

     —¡Maldita sea! —gritó cuando tomaba la mesa en donde estaban los refrigerios y la aventó, echándolo a perder, haciendo insignificante todo el esfuerzo de Marina —. ¡Quítate del medio!

     Empujó a Noah y agarró a Vanessa del brazo con tanta fuerza que la lastimó.

     —¡Me he pasado la vida entera cuidándote y así es que me pagas, siendo una cualquiera! ¡No tienes respeto por ti misma! ¡Lo hiciste con Dorian también! ¿eh? ¡Te acostaste con tu propio primo!

     Ahora ya nada iba a detener a Nicholas, al final ya la verdad se sabía y él no iba a aguantar cómo Aaron denigraba a la mujer que amaba. Hizo a Vanessa a un lado como pudo y enfrentó a su tío.

     —¿Cómo es capaz de dirigirse de ese modo hacia su familia?

     —Eso es lo que he tenido desde siempre viviendo bajo mi techo.

     Vanessa sintió las lágrimas escocer al ver cómo el tío que más amaba, la despreciaba. ¿Cómo podía pensar que se hubiera acostado con Dorian? Se acercó hasta donde estaba Brandon y recogió las fotos del piso. Se llevó la mano a la boca cuando se vio a sí misma con Nicholas en el hotel, específicamente en la piscina, teniendo sexo.

     —Brandon —quiso explicarse y él negó con la cabeza, diciéndole con la mirada que no se preocupara.

     A sus espaldas oyó la risa indignada de Aaron, no lo reconocía. Ese no era su tío, él jamás le habría llamado de esa forma tan despectiva y jamás la miraría con tanto desprecio como lo estaba haciendo justo en ese instante.

     —Es decir, que todos ustedes lo sabían, excepto yo —sacudió la cabeza y miró a Vanessa y la señaló —. Debí dejarte en esa maldita casa de acogida —el corazón de la joven se quebró —. Yo nunca debí buscarte. Lo único que has hecho es darme problemas, ya estoy harto de tu mierda, Vanessa, estoy harto de tu maldito desastre del cual nunca te ocupas. Ese bebé era de Dorian, ¿verdad? Eres igual de mierda que tu padre.

Protegida por Nick © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora